Rachelle no notó nada extraño por la forma en que reaccionó el Príncipe Auten y preguntó al recordar algo: “¡Oh, sí! Hermano Mayor, ¿qué pasó? ¿Quién te golpeó tan fuerte?”.

Rachelle hizo su pregunta con solemnidad en sus ojos. La persona que pudo obligar a su Hermano Mayor a usar el Fuego Real Renacido debía tener un poder aterrador.

De hecho, Rachelle pensó en Darryl por un momento, pero se contuvo de preguntar.

En ese momento, la gente alrededor se quedó mirando al Príncipe Auten, esperando a que dijera el nombre del culpable mientras estaban enfurecidos.

‘No importa quién sea, debe pagar un alto precio por herir gravemente al Maestro de Secta’.

Ante la situación, el Príncipe Auten se sobresaltó y agitó su mano despreocupadamente. “Esto... Sucedió de repente. Ese hombre me atacó por la espalda y no pude responder a tiempo. No tengo idea de lo que pasó después de quedar gravemente herido”.

Mientras hablaba, el Príncipe Auten lucía serio pero sus ojos parpadeaban con perplejidad