¡Guau!

Al verlo, los soldados del Dragón Marino se llevaron un gran susto.

“Es este... ¿Es este el famoso Dios del Fuego de los mil años, el Señor Zhurong?”.

“¿Por qué está aquí para ayudar a la Puerta del Elíseo?”.

“M*erda. El Archidemonio podría no ser capaz de enfrentarse contra él”.

Forsythe también estaba en pánico. No quería otra cosa que correr hacia adelante y detener a Zhurong, pero estaba completamente bloqueado por el Agricultor Divino sin ninguna posibilidad de escapar.

Jo, jo...

Al ver a Zhurong elevarse, Antígono sonrió con suficiencia mientras seguía atrapado en la formación. No parecía importarle mucho el ataque que se avecinaba.

Para los demás, Zhurong había existido por casi mil años. Su control del fuego era extraordinario, pero para Antígono no era más que alguien con quien jugar.

Por otro lado, los discípulos de la Puerta del Elíseo estaban llenos de emoción.

Cuando Zhurong estaba a punto de precipitarse en la formación para lanzarse a una feroz batalla c