Al ver explotar a Forsythe, la expresión de Zhu Bajie no era más que burla. "Un don nadie como tú se atreve a faltarme así al respeto. ¡Ya veo!".

Las palabras fueron escupidas con frialdad mientras Zhu Bajie explotaba con energía interna, aferrando el rastrillo de nueve dientes al recibir el golpe de Forsythe.

Clanc, clanc, clanc...

En un abrir y cerrar de ojos, la espada larga y el rastrillo de nueve dientes chocaron sin cesar, dejando escapar una serie de estruendos ensordecedores. Habían pasado apenas tres asaltos y Forsythe había retrocedido tambaleándose golpe tras golpe.

De repente, el pecho de Forsythe se estremeció.

Zhu Bajie había vivido mil años y sin duda hacía honor a su nombre. Aquel hombre era increíblemente poderoso.

"¡Jojo! ¡No eres rival para mí! Piérdete".

Entonces, Zhu Bajie soltó un fuerte rugido mientras enviaba la espada larga de Forsythe disparada fuera de su alcance en un rápido movimiento.

¡Uff!

Al siguiente segundo, Zhu Bajie movió hábilmente la muñec