Al otro extremo de la línea, Megan podía sentir la frialdad de Darryl. Se mordió los labios y hasta quiso llorar: “Mi querido hermano, lo siento mucho. No quería lastimarte ese día, pero la Maestra quería que lo hiciera. No tenía otra opción”.

Megan dijo esperanzada: “Quiero que nos reunamos para poder disculparme personalmente contigo. ¿Puedo hacerlo?”.

Darryl se sentó en una silla después de salir del baño. Bebió un sorbo de vino y no dijo ni una palabra.

“Mi querido hermano...”. Megan se estaba sintiendo terrible: “Lo siento. Por favor, déjame verte una sola vez, o me sentiré culpable por el resto de mi vida. Si no quieres reunirte conmigo, me mataré ahora mismo”.

Darryl respondió con un suspiro: “¿En dónde te encuentras?”.

Darryl no quería verla. Sin embargo, sintió que no tenía otra opción después de escuchar lo que había dicho. Solo la vería una vez.

Megan se emocionó cuando Darryl aceptó ir a verla: “Finalmente has accedido a reunirte conmigo. ¡Esto es fantástico!”. Megan