Bajo el agua, Ambrose sintió que su mundo se ponía patas arriba mientras su cuerpo se hundía junto con la corriente. Ambrose se sorprendió mientras pasaba la corriente fría y helada, ya que sintió dolor por todo el cuerpo.

‘¡M*erda! ¿Quién es ese tipo? Es tan fuerte que incluso cuando uní fuerzas con Neil, no pudimos vencerlo. ¡Oh verdad, Neil!’.

Justo entonces, él recordó algo y rápidamente miró a su alrededor. Muy pronto, descubrió que había un cuerpo flotando no muy lejos con la corriente.

Era Neil.

Aunque había poca distancia, Ambrose se dio cuenta de que Neil se había desmayado. Si no lo rescataba a tiempo, podría ahogarse. Ignorando el dolor de su cuerpo, nadó con todas sus fuerzas para agarrar a Neil.

Fue entonces cuando vio que Neil tenía la cara tan pálida como el papel y los ojos cerrados con fuerza. Neil había gastado toda su energía para recibir el ataque de Antígono. Estaba fatigado y no pudo soportarlo más después de caer al océano.

‘Hermano, quédate conmigo, quédat