Yvette tembló de ira y miró a Skylar. Ella había estado en el mundo de los cultivadores durante muchos años y siempre había sido la que saboteaba a los demás. Hace muchos años, se hizo pasar por Darryl y atrapó a todas las sectas del Universo Mundial en la Torre de la Estrella de los Deseos. En ese momento, como una diosa de su generación, Skylar la derrotó. ¡Era una desgracia enorme!

Skylar entrecerró los ojos y dijo: “Señorita Lane, no me mires así. Era una emergencia. ¿Cómo habría tenido tiempo para decirte las desventajas de invertir la energía y la sangre?”.

Luego, suspiró y dijo pretenciosamente: “No es demasiado tarde. Sin embargo, tengo una condición”.

“Déjate de estupideces. ¿Qué quieres?”. Yvette se mordió los labios rojos y dijo con frialdad. Las palabras de Skylar sonaban bien, pero quién hubiera sabido sus verdaderas intenciones.

Él se rio entre dientes. “Es fácil. Te enseñaré cómo curarte, pero tendrás que jurar ser una de nosotros y trabajar junto a mí para Su Excele