Cuando los soldados vieron el estado en que se encontraban los invitados, inmediatamente se dieron cuenta de que habían sido envenenados. No solo las personas fueron envenenadas, sino que la novia también había desaparecido.

Después de unos momentos de deliberación, el capitán de los soldados se arrodilló de inmediato frente al Emperador de los Nueve Cielos. “Su Alteza... yo...”.

Antes de que pudiera terminar su oración, el Emperador de los Nueve Cielos lo interrumpió: “¡Rápido, usa la puerta de teletransportación e informa al Maestro Magaera que lo necesitamos aquí!”.

Aunque el Emperador de los Nueve Cielos estaba claramente debilitado por el veneno, sus palabras seguían teniendo un gran peso.

La Princesa Dorothy había sido capturada por el Archidemonio Antígono y la única persona que podría traerla de vuelta era el Maestro Magaera. Él era su única esperanza.

Después de todo, el Maestro Magaera trajo consigo un millón de tropas cuando partió hacia los Nueve Continentes. Esas trop