Kendall comenzó a temblar, sintiéndose avergonzada. Grunt era tan audaz como un animal. ‘Soy la pura y noble Maestra de Secta de los Cinco Venenos. ¿Cómo podría tomar una copa con él?’.

Todos los discípulos de la Secta de los Cinco Venenos gritaron con rabia: “Maestra de Secta, no se ponga de acuerdo”.

“No importa si morimos, usted podría perder su dignidad como Maestra de la Secta de los Cinco Venenos”.

“Nunca acepte su condición...”.

Todos seguían gritando, molestando a Grunt mientras fruncía el ceño. Él perdió la paciencia cuando vio a Kendal mordiéndose los labios, incapaz de darle una respuesta. Finalmente, perdió el control y gritó: “¡Al diablo con esto! ¡Mátenlos a todos!”.

¡Ching! ¡Clanc! ¡Ching!

Con la orden de Grunt, las élites de la Alianza Celestial que los rodeaban desenvainaron sus espadas y acuchillaron a los discípulos de la Secta de los Cinco Venenos.

“No…”. Kendall quedó perturbada por la vista de sus discípulos caídos.

Quería correr a sus lados y detener la t