Darryl estaba bastante tranquilo después de ser confrontado por la chica.

“Este hombre se enfrentó a un gran poder y quiso cometer un robo. ¿Acaso no merecía esto?”. Mientras hablaba, se dio cuenta de cuánto poder poseía la chica y se sorprendió.

Ella estaba en la última etapa de la Ascensión Celestial. ¿Cómo podría una chica menor de veinte años poseer un poder mayor que el que tenía Dax? Él apenas estaba en la etapa intermedia de la Ascensión Celestial.

La chica volteó la mirada y le frunció el ceño a los hombres de Salvador. “¡Genial! ¿Todos ustedes escaparon mientras yo estaba profundamente dormida e incluso cometieron un robo? Supongo que un leopardo no puede cambiar sus manchas”.

Sintiendo su ira, los hombres temblaron de miedo y se arrodillaron para suplicar misericordia.

“No lo haremos más”.

“Señorita Veron, por favor, perdónenos”.

Sus rostros se pusieron pálidos y parecía que estaban aterrorizados por la niña hasta en lo más profundo de sus seres. La niña se llamaba Ver