A Garuda no le importó decirles la verdad porque Pavo Real Lilibet y Fénix Colori ya habían sido capturadas. La verdad hizo temblar a las dos cautivas con una pena e indignación indescriptibles. ‘¡Es un verdadero sinvergüenza por haber hecho algo tan inmoral!’.

Al mismo tiempo, miraron a Darryl al unísono con ojos de arrepentimiento y culpabilidad. Después de todo, él había dicho la verdad y se estaban culpando por no haberle creído.

“¡Garuda, debes morir por tu crimen tan atroz!”, gritó Pavo Real Lilibet con tristeza. Fénix Colori continuó mirándolo con furia, deseando poder despellejarlo en ese mismo instante.

Garuda se rio con frialdad y dijo: “¡Tontas! Como si matarme fuera a traer a la Reina de vuelta a la vida”. Luego, su tono se volvió brusco mientras decía: “Lo más importante en este momento es lograr que la Alianza Plumas Voladoras se reagrupe y gane la guerra contra el Rey Tigre Blanco. Les prometo que las trataré bien siempre que me juren su lealtad. Entonces, derrotaremo