Jameson se alegró de ver que habían caído más enemigos. “¡Darren, te sugiero que dejes de humillarte a ti mismo aún más y de resistirte inútilmente!”.

Darryl no le prestó atención mientras instruía a los miembros de la Organización Mano Sangrienta. “¡Los quinientos hombres en la parte de atrás, inmediatamente tomen cinco pasos a la derecha y tomen represalias una vez que hayan tomado su posición!”.

Jameson quiso burlarse aún más de él cuando vio que seguía gritando como un loco. Él lo miró con ojos llenos de desdén hasta que su expresión de pronto cambió drásticamente. Los ojos y las mandíbulas de los demás quedaron muy abiertos.

Bajo el mando de Darryl, los miembros restantes de la Organización Mano Sangrienta se habían vuelto impenetrables como un muro de cobre mientras montaban ataques ofensivos y defensivos. El muro que crearon permaneció impenetrable sin importar cómo los atacaran sus oponentes. No solo eso, sino que sus oponentes luego sufrieron muchas bajas.

Las mentes de Ja