Inmediatamente, la energía santa de Olena estalló y un aura poderosa cubrió a todos mientras miles de sus subordinados desenvainaban sus espadas brillando con nitidez.

Jameson instintivamente tragó cuando vio eso y mostró un miedo no disimulado en sus ojos, mientras que Karum bajaba la cabeza con vergüenza.

“Su Excelencia, no tenemos suficientes hombres para ir contra ellos. Me temo que sufriremos muchas bajas si nos enfrentamos cara a cara con la Organización Mano Sangrienta en este momento”, le susurró Karum a Jameson.

Jameson y Karum habían perdido más de la mitad de sus hombres en su pelea anterior con Darryl. No había forma de que ganaran contra la Organización Mano Sangrienta con la cantidad de hombres que les quedaban. Jameson se quedó en silencio, como si estuviera en un dilema.

De repente, volvieron a escuchar el sonido de unos pasos atronadores desde algún lugar profundo del túnel. Pronto, aparecieron diez mil personas. Todos, incluido Darryl, se quedaron atónitos por lo