A ambos lados del salón principal, una docena de hombres y mujeres estaban parados en silencio; cada uno de ellos vestido de negro. Él podía decir que todos eran muy poderosos. Darryl reconoció a la Señora Pandora entre ellos al instante.

Se puso furioso al verla. Él estaba en lo correcto: ¡ella le había mentido! Comenzó a preguntarse dónde lo había llevado. La Señora Pandora se mordió los labios, se sintió culpable cuando sintió que Darryl la miraba. Ella lo habría enviado lejos si hubiera sabido que Rosalinda los estaba espiando.

Darryl recorrió con la mirada los alrededores hasta que su mirada se posó en el trono, lo que provocó que se sobresaltara y jadeara. Una mujer hermosa y sensual estaba sentada en el trono. Parecía tener alrededor de treinta años y estaba vestida con un largo vestido negro que acentuaba aún más su figura. Sus rasgos faciales eran absolutamente atractivos, aunque un poco fríos y misteriosos.

Rápidamente sintió su poder y se sorprendió al descubrir que ella