El rostro de la Señora Pandora lucía solemne cuando le respondió a Darryl, sin embargo, le sudaban las palmas de la mano. Ella estaba en pánico.

A juzgar por su expresión, Darryl no pensó que estuviera mintiendo. “Bien, dejemos el tema. Tengo otra pregunta, ¿qué estabas haciendo fuera de la capital? ¿Por qué traerías a tu familia a un lugar como este?”.

La Señora Pandora se mordió los labios; uno casi podría ver los engranajes girando en su mente. Ella dijo: “A decir verdad, con la situación actual, no creo que pueda quedarme más tiempo en la capital”.

“¿Por qué?”, preguntó Darryl con curiosidad.

Ella sonrió, pero su sonrisa no le llegó a los ojos. “Durante los últimos dos años, estuve completamente bajo el control de Marshall. No he tenido más remedio que cumplir con su orden de usar mi belleza para provocar la caída de otras familias. Ahora que ya no está, estoy sin su protección y esas familias definitivamente buscarán vengarse de mí, así que es por eso que mi familia y yo tuvim