¿Qué?

¡¿Arrodillarme?!

La audiencia entró en un alboroto. Todos los soldados miraron a Darryl con sorpresa, pues pensaban que estaba loco.

Especialmente Ivy, sus ojos se abrieron demasiado mientras miraba a Darryl. Su cuerpo estaba temblando.

Uno debía saber que en el Continente Roland, solo se arrodillaban y se inclinaban en ocasiones solemnes. Asimismo, solo se inclinarían ante un gobernante supremo o ante los padres.

Nadie había oído hablar sobre arrodillarse e inclinarse para reconocer a un maestro. El ambiente era abierto e informal, ya que la relación entre un maestro y un alumno era como la de los compañeros.

Eso...

Dominic se sorprendió, pero ordenó sus pensamientos rápidamente. Darryl era un descendiente del Maestro Franklin, quien vivía en una isla del mar todo el año. Uno esperaría que las costumbres y la ética fueran diferentes a las del Continente Roland.

Dominic no dudó y le instó a Ivy: “Date prisa, arrodíllate”.

Sin embargo, Ivy se quedó allí y no planeó arrodi