Los soldados comenzaron a reírse de Darryl. "Señorita Ivy, este tipo está tratando de impresionarla".

"Mírelo tratando de halagarla. Realmente es un esclavo de nacimiento".

"¡Ja, ja, ja! La Señorita ha visto innumerables médicos para su enfermedad desde que era joven, pero nunca ha habido una cura. No eres más que un esclavo; ¿no te da vergüenza?".

Después de escuchar los humillantes comentarios de todos, Darryl se sintió enfadado y le causó gracia al mismo tiempo. Sin embargo, no se molestó por sus palabras. En cambio, miró a Ivy y continuó: "Señorita Ivy, no tiene nada que perder si me deja intentarlo. ¿Y si tengo éxito?".

Ivy gruñó y asintió. "Bien, dejaré que me trates".

Aunque ella accedió, sus ojos tenían un matiz de desprecio. No creía que un esclavo pudiera dominar la medicina.

Darryl suspiró aliviado cuando Ivy aceptó y se acercó a ella. Todos fruncieron el ceño al ver aquella escena.

‘¿Qué va a hacer?’.

Darryl estiró la mano derecha y la colocó en la muñeca de Ivy p