Darryl sintió que un dolor estremecedor le cubría el cuerpo mientras tomaba una bocanada de aire frío. El poder del Tornado Caótico era aterrador y casi lo destrozaba.

‘Estoy bien, así que Yuri y Bonnie también deberían estar bien, ¿no?’, pensó mientras abría los ojos y miraba a su alrededor.

Se sintió aturdido mientras se preguntaba: ‘¿Dónde estoy?’.

Darryl vio que estaba tumbado en una playa y que había una ciudad costera no muy lejos. Sin embargo, los edificios eran inusuales; sus tejados eran redondos y puntiagudos. Las calles estaban animadas, pero no había coches. El único medio de transporte que vio fueron singulares carruajes jalados por caballos con largos cuernos en la cabeza. Incluso la gente de la calle llevaba una ropa que Darryl no estaba acostumbrado a ver.

‘¿Qué es este lugar?’, pensó, asombrado. Nunca había visto un lugar así en los Nueve Continentes.

La escena que tenía delante era como un mundo de fantasía de las películas.

‘¿Podría ser... que he sido trans