Tina se sobresaltó por la bofetada y se quedó estupefacta. Le tomó más de diez segundos reaccionar. Luego, miró con indignación a Darryl y gritó: “¡Cómo te atreves a pegarme! ¡Mi maestro nunca te lo perdonará!”.

Tina supuso que Darryl probablemente estaba solo, y que por eso fue muy cauteloso al disfrazarse como un discípulo. Tina no tenía nada que temer si él estaba solo.

Después de todo, su maestro era el Maestro de la Secta de los Santos Sagrados.

“Sigues actuando con tanta arrogancia, ¿no?”. Darryl frunció el ceño.

¡Él volvió a abofetear a Tina!

“Parece que no conoces los límites del mundo. Déjame darte una lección en nombre de tu maestro. ¡Esa bofetada fue de cortesía!”.

“Ese día en la mazmorra, me obligaste a darte mi Escritura de la Batalla de Sangre de Ocho Direcciones. No lo has olvidado, ¿verdad?”. Los ojos de Darryl brillaron con burla. La ira en su corazón continuó hirviendo.

¡Paf!

Darryl se enojó aún más al pensar en los eventos pasados. Antes de que Tina pu