Aunque el Ejército de la Unión y el Ejército de Moana del Norte trabajaban como uno solo, no pudieron revertir la situación; ¡las bajas seguían aumentando! Después de solo dos horas de lucha intensa, más de cien mil guerreros habían caído, pero el Ejército Raksasa solamente había perdido unos diez mil soldados. Cientos de miles de guerreros sobrevivieron al ataque inicial, y aún así hicieron todo lo posible por defenderse de su enemigo.

Todos estaban abrumados por la desesperación y el desamparo, pero sabían que estaban en un punto sin retorno. Todos habían arriesgado sus vidas. Sabían que la derrota significaba una sola cosa: el fin de los Nueve Continentes.

Mientras tanto, en el lado del Ejército Raksasa.

Dos delgadas figuras estaban detrás del carro del Rey Raksasa mientras unas pocas docenas de soldados Raksasa los custodiaban. Aunque el Rey Raksasa estaba disgustado de que Alaric tratara a esas dos mujeres como sus maestras, aún así, no lo detuvo. Por lo tanto, aunque nadie las