Jazmín asintió con la cabeza, pero aún así no quitó la aguja plateada de la espalda de Darryl.

Jackie se acercó con una bata; sus largas y bonitas piernas estaban expuestas debajo de la bata, sin mencionar lo sensual que se veía. Sin embargo, en ese momento, lucía enfurecida. Su figura hizo que los ojos de Darryl se enderezaran.

Al sentir la mirada de Darryl, Jackie se puso furiosa. Su cuerpo se estremeció mientras gritaba: “¡Bastardo inútil! Acaben con este hombre por mí ahora. Quítenle ambos ojos después de que lo maten”.

‘Esta persona me miró cuando estaba en el baño. Este pecado es imperdonable. Ahora que ha sido capturado, ¡sus ojos todavía están manchados! Él merece morir’, pensó ella.

Darryl estaba conmocionado, y rápidamente desvió la mirada mientras sonreía amargamente. “Maestra Mayor, por favor cálmese. Solo fue un malentendido”.

‘¡M*erda! Apenas te he mirado y ya quieres matarme. Si te hubiera tocado, ¿me habrías cortado diez mil veces?’, pensó.

En ese momento, Jazmín