“¡Su Alteza!”. En ese momento, Megan sonrió y levantó su copa. Se volteó hacia Ambrose y dijo: “Esta noche es el Banquete de Observación Lunar de Emei. Mira la hermosa luna; ¿por qué estás tan triste? Ven, beberé contigo”. Megan habló con un tono respetuoso, pero sus ojos tenían indicios de diversión. Ella sabía que Ambrose estaba allí para esperar a que terminara el banquete para poder verla liberar a Aurora Hansen. Sin embargo, Megan detestaba a Aurora; ¿cómo podría cumplir el deseo de Ambrose?

“No te preocupes por mí”. Ambrose agitó su cabeza y dijo: “Déjame a solas por un tiempo. Ve y diviértete con tus compañeros de cultivo”.

¡Fuu! Toda la multitud se quedó en silencio mientras miraban a Ambrose. La Maestra de Alianza había brindado por él personalmente, pero la rechazó. No era nada extraño. Después de todo, Ambrose era el príncipe del Nuevo Mundo. Él tenía derecho a ser arrogante.

“Está bien”. Megan sonrió y dijo a la ligera: “Como desee, Su Alteza”.

A pesar de que ella e