’¿Qué?’. Florian se estremeció y casi se desploma en el suelo al ver a las cortesanas cantantes antes de gritarle al Señor Kenny: “Su Majestad, yo…”. El Señor Kenny lo interrumpió fríamente antes de que pudiera terminar.

“Florian Darby, ¿cómo explicas esto?”. El Señor Kenny inmediatamente le creyó a Sloan al ver a las cortesanas cantantes. La furia en su corazón aumentaba poco a poco en ese momento. ¿Él confiaba en Florian, y aún así, fue a divertirse en el momento más crucial? Eso era imperdonable.

“Yo…”.

En ese momento, Florian solo sentía que su mente zumbaba mientras respondía a regañadientes en voz baja: “Lo-lo siento, Su Majestad, pero de verdad no sé cómo los criminales escaparon”. Al decirlo, Florian estaba casi llorando. Se sentía indeciblemente resentido.

‘Maldición. Sloan es muy astuta. Debí haber buscado la manera de hacer que se quedara anoche en la unidad de supervisión si lo hubiera sabido antes de contárselo al Señor Kenny sobre sus crímenes’.

No obstante, ya