”Tú…”.

La bonita cara de Debra cambió abruptamente. Inconscientemente, trató de reunir su energía interna, pero no pudo sentir nada de ella. Su cuerpo estaba débil, por lo que se sentó en una silla.

Debra sabía que no se había recuperado lo más mínimo después de beber la copa de líquido.

No fue solo eso; ella también había comenzado a sentirse mareada.

“¡Maldito descarado!”. Debra se dio cuenta de que la habían engañado. Estaba avergonzada y furiosa; le gritó a Florian.

“Mi hermosa Debra, no existe tal cosa como demasiado engaño. Déjame decirte que lo que acabas de beber tenía el líquido del Polvo del Mareo. No importa lo remilgada y apropiada que sea una mujer, ¡se pondrá cachonda después de beberla!”, dijo Florian con arrogancia mientras caminaba lentamente hacia el salón.

‘¿Qué? ¿Polvo del Mareo?’.

Debra se sorprendió al escucharlo.

Ella miró a Florian. “Qué hombre tan despreciable. ¿No le tienes miedo al karma?”.

Debra se arrepintió mucho al decir eso.

Todos sab