El discípulo dio un paso atrás y murmuró: “¡Creo que ya no está respirando!”.

El rostro del discípulo palideció mientras lo decía.

‘¿Qué? ¿Muerta?’.

Hunt se quedó atónito mientras se acercaba rápidamente para descubrir que Lily no se estaba moviendo en absoluto y que su pecho tampoco se elevaba.

Un segundo después, Hunt lo regañó en voz alta: “M*erda, te pedí que le dieras una lección, ¿y la mataste?”.

El discípulo se sintió terrible. “¿Quién hubiera pensado que sería tan terca?”.

¿Qué tan terca era ella como para estar dispuesta a ser golpeada hasta morir en lugar de devolver el dinero?

Hunt se sintió perdido mientras maldecía en voz alta antes de hacer un gesto con su mano: “¡M*erda! ¡Dense prisa, subamos al coche, ahora!”.

Mientras hablaba, Hunt subió al coche por delante de su discípulo.

Hunt se sentía terrible en ese momento.

Alguien había muerto antes de que pudiera cobrar el dinero. ¡Qué gran pérdida!

Sin embargo, dado que no había mucha gente en esa área apartada, ¡e