Zhu Bajie se desesperó mientras hablaba.

Darryl asintió: “Técnicamente, sí puede. Sin embargo, el Elixir Dorado del Cielo Místico ha permanecido aquí durante demasiado tiempo. Han pasado unos miles de años. No estoy seguro si el elixir sigue siendo eficaz...”.

“¡Jaja! Esto es genial. ¡Mi preciosa puede vivir de nuevo!”, dijo Zhu Bajie sin dejar que Darryl terminara. Él procedió a abrir el ataúd de Diaochan inmediatamente.

Cuando Zhu Bajie había puesto sus ojos por primera vez en Diaochan, ¡quedó impresionado y se enamoró! Se sintió decepcionado al descubrir que Diaochan había muerto hace unos miles de años, pero ahora que sabía que el Elixir Dorado del Cielo Místico podía resucitar a los muertos, se sintió feliz. Sin pensarlo más, lo primero que quería era que Diaochan volviera a la vida.

Antes de que Debra y Darryl pudieran reaccionar, virtió el Elixir Dorado del Cielo Místico en los labios rojos de Diaochan.

“Jaja. Belleza, belleza, despierta rápido”. Zhu Bajie era todo sonrisas