Thor- ¡Tu niña mimada casi ha puesto en peligro toda la transacción! - Isis prácticamente grita sin ocultar lo enfadada que está.- ¿Casi lo estropeo? Eres una vaca, fui yo quien resolvió toda la situación....- ¡Ibas a matar a todo el mundo, idiota! - Mi empleada la señala con el dedo, interrumpiéndola y acusándola. Las mujeres se miran furiosas. - No vuelvas a poner a esa estúpida en medio de mis transacciones, Thor, porque si lo haces, ¡te juro que renuncio a este equipo! - grita ella. Respiro hondo.- ¿Qué coño ha pasado? - insisto.- ¡Ese imbécil se enfrentó a Damer y ese maldito traficante ruso casi nos mata! - Miro a mi mujer con frialdad.- ¿Ha sido usted? - Ella toma aire y arquea las cejas. - Nina, ¿qué parte de "sólo mirar" no entiendes, joder? - grito, y ella levanta las manos y suelta un sonoro suspiro.- ¿Sabes qué? ¡Que os jodan a ti y a tu putita de mierda! - replica bruscamente y nos da la espalda.- ¿Qué? Te voy a enseñar quién es la putita aquí, ¡puta de mierda! -
Thor- Isis me ha contado lo que ha pasado en el cobertizo -comento. Sin embargo, me mira por encima del hombro con cierta despreocupación y empieza a ponerse el sujetador. - ¿De verdad has hecho eso? - Mantengo el tono firme en mi voz y doy un paso hacia ella. Nina se vuelve por fin hacia mí y, maldita sea, es imposible no babear ante su cuerpo vestido únicamente con lencería negra. El encaje que se extiende por la tela le da un aire de delicada sensualidad y esa visión me enciende por dentro. Y todas mis funciones entran en cortocircuito, dejándome a un hilo de perder el control.- ¿Qué quieres, Thor? - Sisea, manteniendo el maldito tono seco en su voz. ¡Te quiero en esa cama y debajo de mí! Tengo ganas de decírselo.- ¿Qué has hecho? - arremeto, aún manteniendo mi autoridad. Sus ojos se clavan en los míos con furia y tengo que decir que, incluso enfadada, esta mujer me tiene a cuatro patas para ella. Estoy literalmente jodido. pienso.- ¿De verdad quieres saber lo que he hecho? - Y
Nina¡Imposible de creer! ¿Es la primera vez que me pasa esto? pienso cuando veo que dos coches de policía bloquean el paso del pequeño camión. Lo peor es que estamos en una carretera estrecha de un solo carril y no hay forma de escapar. Se me hiela el corazón ante la posibilidad de entrar en una comisaría, más aún con la acusación de contrabando. Ahora dime, ¿en qué estabas pensando, Nina? Mierda, no es momento de arrepentimientos, elegiste este camino y ahora tienes que recorrerlo.- Detén el camión - pregunto de repente.- ¿Qué, estás loca?- Para el puto camión y baja. Tienes que contarle a Thor lo que ha pasado.- Pero señora...- ¡No discutas conmigo, joder! Mejor que nos cojan a uno que a los dos. Ahora baja y dile a Thor.- Se lo diré. - El escuálido muchacho se apresura a bajar y se adentra en los altos arbustos del camino mientras los hombres se acercan con sus antorchas. Un sudor frío empieza a resbalarme por la frente y, antes de que se acerquen más, suspiro un par de vece
Al día siguiente...NinaMe privé de dormir, me limité a contemplar cómo se despejaba el día a través de una estrecha ventana de barrotes regordetes. Estoy muy cansada y confieso que incluso he soñado despierta con un baño caliente y una cama mullida. No sé exactamente qué hora es y no tengo fuerzas para levantarme de esta cama estrecha y dura. En algún momento mis ojos empiezan a sentirse pesados y me dejo llevar por la sensación de somnolencia. Sin embargo, el sonido de la pesada llave en la tosca cerradura de la celda me avisa de que mi paz ha terminado.- Levántate, el delegado quiere hablar contigo. - ordena el policía prácticamente arrastrándome fuera de la cama y pronto estamos caminando por el ancho pasillo.- Buenos días, princesa. ¿Qué tal su estancia en nuestro hotel de cinco estrellas? - pregunta el gilipollas hijo de puta. Maldigo mentalmente mientras me esposan a la mesita. - Espero que lo de anoche le haya hecho pensar más en sus condiciones y, por supuesto, en sus opci
Nina Abro un ojo encontrando unas cortinas blancas ondeantes y me muevo, sintiendo que me duele el cuerpo. Con un gemido bajo miro a mi alrededor. Por fin estoy en casa. Observo e inmediatamente me siento en la enorme cama de matrimonio. Me miro la bata y me doy cuenta de que llevo una camisola de seda blanca. Con un suspiro miro a un lado. Encima de la mesilla hay un vaso de zumo y un trozo de tarta salada. Sin embargo, un movimiento al otro lado de la habitación me llama la atención y me quedo mirando a Thor, que está de espaldas a mí y mira hacia fuera. Trago en seco, fijándome en su ancha espalda, los dibujos que se extienden por su piel y el largo pelo recogido con una diadema. Entonces se mueve y nuestras miradas se cruzan.- Hola -dice en voz baja, cruzando sus fuertes brazos sin levantarse del asiento.- Hola", le susurro.- ¿Qué tal estás? - hago un gesto de desdén ante la pregunta.- Tengo hambre. - Sonríe y se acerca a la cama.- Come, cariño, y luego hablamos. - ¿Hablar d
Nina - Vamos, quiero que conozcas a algunas personas. - Me lleva una mano a la base de la columna y pronto estamos paseando por la espaciosa sala. Comandantes, generales, propietarios de colinas, algunos políticos, entre otras personas importantes, están aquí esta noche. Mientras me presenta, Thor me susurra discretamente sus funciones, puntos fuertes y débiles. Me enseña dónde mirar y qué observar, cómo actuar y cómo hablar sin desvelar demasiado. En este mundo, cuanto menos saben de ti, más fuerte te vuelves, y cuanto más averiguas de ellos, te vuelves invencible e intocable. Dijo.- ¡Un brindis por el nuevo miembro de la Colina del Gavilán! - Mi marido habla con exaltación, animando a nuestros invitados, levantando su copa y todos lo celebran por igual. ¿Un detalle importante sobre todos los presentes? De todos los hombres poderosos presentes en esta sala, ninguno es más temido ni tiene más poder que el dueño de la colina. Sí, bajan la cresta cada vez que Thor les mira con reproch
Nina Deslizo una mano por el pantalón beige de cintura alta y examino la blusa negra sin mangas y cuello alto, que hace un bonito conjunto con los zapatos de tacón. Hoy es mi primer día de trabajo de verdad y estoy nerviosa. Mi trabajo es negociar, vender a hombres poderosos o a traficantes odiosos. Esos que visten guapos, parecen buenos chicos, pero por dentro son demonios. Son los huesos del oficio, al fin y al cabo, hay que temerles. En fin, sólo necesito sentarme en una mesa redonda, fingir que bebo unas copas y charlar. Pero también necesito determinación y mano firme, no puedo olvidarme de mirarles a los ojos y tener una respuesta convincente a todas sus preguntas. Ya está, estoy lista. La puerta del cuarto de baño se abre y mi marido sale envuelto en una toalla, e inmediatamente me sorprendo devorando su cuerpo húmedo sólo con la mirada. Sin embargo, sus ojos recorren mi cuerpo, pero no con ese hambre que conozco bien. Thor mira...- ¿Vas a trabajar así? - Hay cierto contenido
Nina- Me gustan las mujeres que no dejan lugar a dudas. Nos vamos a llevar bien, señorita...- Señorita Nina Ferraz, y puede quedarse con esta tableta. Considérelo una cortesía por nuestra primera cita. - El hombre arquea las cejas y esboza una sonrisa encantadora.- ¿Está segura?- Por supuesto -le digo, dándole la espalda y dirigiéndome directamente a la salida. Fue bastante fácil manejar la situación de mi primer negocio. Maksym parecía un tipo duro, pero cuando una mujer hermosa mostraba su poder y sensualidad ni siquiera se resistía.- La mujer era fantástica. Nunca había visto a nadie poner a Maksym en la palma de su mano de esa manera. - El conductor comenta y el chico que está a su lado se ríe. Satisfecha, miro por la ventanilla del coche y anhelo ver a mi marido y contarle las buenas noticias. Sin embargo, mi mayor ansiedad es continuar nuestra conversación de hace unas horas. El coche no tarda en aparcar frente a la mansión y yo prácticamente me bajo de un salto. Mis pies s