A la mañana siguiente, Enzo me deja en el hotel para terminar con algunos de los arreglos. Estoy decidiendo dónde debe ir la pista de baile y qué banda tocará en el evento cuando uno de los planificadores camina hacia mí.
—Hola, señora. ¿Usted y el señor Costanzo van a abrir la pista de baile el sábado por la noche?—ella pregunta.
—En primer lugar, no me llames señora, mi nombre es Katherine. Me hace sentir vieja y tendré que hablar con Enzo sobre eso—digo preguntándome por qué demonios preguntaría eso. Pero supongo que nuestra relación se ha hecho pública. No es que tenga u
Me despido de Enzo por última vez antes de entrar a la casa. Mientras entraba, recuerdo que le dije que le iba a preguntar a mamá sobre los sueños que había tenido y si significaban algo. Le preguntaré después de que termine de contarme sus noticias.—Mamá, estoy en casa—digo tan pronto como entro.—Estoy en la cocina—dice ella.—Hola, mamá, ¿cómo estuvo tu día?— —Los extrañé mucho, pero no entiendo cómo están vivos. Los vi morir a ambos en mis brazos. Ese fue el peor día de mi vida —digo aún sosteniendo fuerte las manos de mi hermano.—Vamos a explicar todo más tarde. Pero primero comemos y entretenemos a los invitados que deberían estar aquí en cualquier momento—dice papá.Tan pronto como papá termina de hablar, Vanessa viene a anunciar que los invitados están aquí. La familia que entra a la sala de estar hace que toda la noche sea mucho más emocionante y confusa, cuando Enzo y toda su familia entran. La sorpresa en nuestros rostros no puede finCAPÍTULO 23
—¡ANTONIO!—grito el nombre de mi hermano mientras camino de regreso al interior de la casa.—¿Cómo puedo ser útil, hermanita?—dice, saliendo de la cocina con comida en la boca.—Te extrañé mucho. Me siento mal por haber olvidado que existías. Me siento como la peor hermana del mundo —digo sin darme cuenta de que había empezado a llorar.—Shhh, no es tu culpa. Por favor deja de llorar. Me harás sentir mal por
Me despierto con los brazos de alguien alrededor de mi cuerpo. Me siento más cómoda sabiendo que es Enzo. Entonces recuerdo que estoy en su casa, no en la casa de mi padre. No puedo imaginar lo preocupada que estará mi familia cuando se despierten y descubran que no estoy allí. Me levanto y busco mi teléfono para llamar a mamá para que no se preocupe, pero mi mañana no puede ser más difícil. Levanto mi teléfono y veo que está muerto. Debo haber olvidado cargarlo anoche. Llegaré a casa antes de que se despierte. Tengo que despertar a Enzo para que podamos irnos antes de que alguien se dé cuenta de que no estoy en casa.—Bebé…bebé…bebé.—¿Mmmmm
Estoy de vuelta en casa o mejor dicho, en mi nuevo hogar. Mamá dijo que había movido todas nuestras cosas mientras yo estaba en el trabajo y espera que no me importe mudarme aquí. ¿Cómo podría importarme? Tengo a mi padre ya mi hermano de vuelta en mi vida; no hay nada más que pueda desear. Camino a la cocina para ver si mamá está allí para poder saludarla.—Hola mama.—Hola, Katherine—. Dios mío, mamá acaba de decir mi nombre completo. Estoy en la mierda profunda; porque mamá nunca dice mi nombre completo excepto cuando he hecho algo malo.—<
A la mañana siguiente me levanto temprano. Me ducho y bajo a desayunar. Llevo encima un vestido gris con escote redondo de la costa. Llevo un bolso tote de cuero blanco, un par de tacones bomba de chantaje, con gafas de sol de aviador. Me quito los tacones y me pongo las sandalias ya que estoy caminando hacia la casa de los padres de Enzo, que está a solo cuatro cuadras de mi casa.Llego a casa de Enzo y me vuelvo a poner los tacones antes de tocar el timbre. La criada abre la puerta y me pregunta quién soy antes de dejarme entrar. Le digo mi nombre y me deja entrar. Dice que Enzo me está esperando en su habitación, a lo que me da indicaciones. De camino a su dormitorio, saludo al señor y la señora Costanzo. Llamo a la puerta de Enzo, pero el único sonido que escucho es agua corriendo. Entro y decido esperarlo suponiendo que se está duchando. E
Estoy en el país de mis sueños cuando siento que alguien me da besos en el rostro. Abro los ojos y miro esos profundos ojos verdes. Su fantástica colonia llena mi nariz, y no necesito que me digan dos veces a quién pertenece.—Ciao Bella (Hola hermosa)—dice sin dejar de colocar increíbles besos alrededor de mi rostro.—Oye—digo riéndome de todos los besos.—Espero que hayas descansado bien, mi amor.—Lo hice, querida.—
Es viernes, un día más cerca del baile que llevo planeando desde hace una semana. Todo está listo para el ruedo. Lo único que falta es el vestido que me voy a poner, y por eso las chicas y yo nos vamos de compras más tarde esta tarde. Termino con todos los arreglos de última hora en el salón antes de tomar mi auto para encontrarme con las chicas en el centro comercial. Me encuentro con Sofia, Joan y Victoria. Se siente tan bien tener un auto ahora; hace que moverse sea mucho más fácil.Llego al centro comercial y camino a la tienda donde Sofía dijo que están. Saludo a las chicas antes de tomar asiento para descansar un poco antes de comenzar la búsqueda del vestido perfecto.He estado en cinco tiendas diferentes, y hasta ahora no he encontrado “La Prenda Ideal” como