Tras la confesión, Magnolia se sintió relajada.

Le había costado mucho ocultar este secreto todo este tiempo, y pensaba en el día en que Óscar saliera a la luz para todo el mundo y no tuviera que ocultar la existencia de Óscar.

A Ricardo se le heló todo el cuerpo al oír su respuesta.

Incrédulo, dijo, —¿De verdad hay dos niños, hijo o hija?

Para entonces Ricardo estaba un poco emocionado, no se había dado cuenta de que Magnolia estaba embarazada de gemelos.

Al fin y al cabo, nunca pensó que tendría hijos biológicos, ahora no solo habían aparecido, tenía los dos.

Dijo Magnolia mientras apartaba a Ricardo de un empujón, —Es cierto que son gemelos, pero ¿quién eres tú para obligarme a preguntar ahora por la existencia de otro hijo? ¿Sabes lo difícil que fue para mí dar a luz a los dos? Cuando caí en la Villa de familia Vargas, estuve a punto de perder a mis dos hijos, ¡y todos los médicos emitieron certificados de defunción para los niños! Dijeron que no había ninguna posibilidad de que lo