Cada segundo era precioso para Magnolia ahora.

Magnolia fue al aula de música para practicar su pieza, deseosa de resarcirse de sus viejos remordimientos y de recordar lo que le ocurrió en el orfanato.

Podía recordar su estancia en el orfanato cuando tocó el piano.

Y se dio cuenta de que, además de olvidar aquella experiencia en el orfanato, parecía haber olvidado a alguien importante para ella.

Magnolia quería recordar cómo era antes.

Llevaba un rato practicando cuando una chica de pelo corto entró desde fuera, Magnolia levantó la vista, —¿quieres algo?

—Hola, soy de la facultad de literatura, quiero retratar a una heroína que sepa música, así que pensé en venir a buscar inspiración. Pero no conozco a nadie en la facultad de música, y no me atrevo a hablar con ellos, pero me he fijado en ti unas cuantas veces, tampoco pareces ser de esta facultad, eres Magnolia, la talentosa estudiante de diseño.

—Gracias por tu elogio, entra por favor.

Magnolia también estaba un poco tímida, —¿qué qu