—Bueno, para el coche.

Cuando el vehículo se detuvo, Magnolia inclinó la cabeza para mirar al hombre que estaba a su lado, —Señor Vargas, por favor, baja del coche, no vamos por el mismo camino.

No tuvo que dejar a Ricardo en su coche ya que los paparazzi no estaban allí.

Ricardo creía que nunca le echarían del coche.

Empujó el globo hacia atrás, —Entonces nos vemos mañana.

—Mañana estoy ocupada y no tengo tiempo.

—Pasado mañana entonces.

—También estaré ocupada.

Magnolia no quería ver a ese hombre en absoluto.

Ricardo tampoco estaba enfadado, su mirada era oscura, —esperaré a que estés libre, después de todo, no voy a desperdiciar una oportunidad que es difícil de conseguir.

El hombre salió del coche y se marchó después.

Magnolia miró su alta espalda, frunció los labios y echó un vistazo al globo del coche.

¿Por qué sintió que este hombre le estaba tendiendo una trampa?

Ella no prometió darle una oportunidad.

¿Cómo pudo dejar a Ricardo en su coche si no se dio cuenta de que la seguían