—¡No! En el momento en que te suelte, te habrás ido como lo hiciste hace cinco años.—Ricardo, fuiste tú el que tiró los papeles del divorcio hace cinco años para echarme de casa.Magnolia recordó aquella vez y se moría de ganas de enviar al hombre al espacio exterior.Ricardo tomó la palabra, —En realidad, no tardé mucho en arrepentirme de haberte dado los papeles del divorcio en primer lugar.—¿Sí?Magnolia miró de arriba abajo al hombre que tenía delante, como no podía creer que Ricardo se arrepintiera del divorcio.Ella dijo fríamente, —Recuerdo que estabas rodeados por las bellas ricas, ¿cómo iba a arrepentirte de haberte divorciado de mí?Ricardo frunció sus labios, —En aquella época, nunca me había sentido atraído por ninguna mujer, para mí solo eran como adornos en la casa.—¿Quieres decir que yo también soy un adorno?Dijo Magnolia con una frialdad y quería abofetearle.—No, eres diferente para mí.—¿Crees que me lo creería? Al final, me has echado de casa.Al segundo siguient
Magnolia enarcó las cejas mirando al hombre que tenía delante, ¿de verdad creía que le perdonaría y entonces podría recuperarse la relación?Los ojos del hombre perro dejaron claro que eso era lo que quería decir.¿Era tan fácil de engatusarla a sus ojos?Ricardo la miró, —Magnolia, sí que eres diferente a mí y no eres un adorno en casa. Es una pena que me haya dado cuenta demasiado tarde. Me alegro más que nadie de que estés viva, porque es la única manera de tener la oportunidad de enmendar mis anteriores transgresiones.Magnolia respiró hondo, —Pero no lo vi.—Es que soy emocionalmente lento y demasiado confiado. Nunca había sido tan especial para una mujer, así que me da miedo afrontar el cambio.—Fui yo a quien le gustaste en primer lugar, no tiene que ver contigo, y no tienes que sentirte culpable por fallarme.Un temblor la recorrió y no se atrevió a mirarle a los ojos.Puso la mano en su hombro Ricardo, —Magnolia, cuando se trata de relaciones amorosas, en realidad soy un cobar
Magnolia salió de la sala privada siguiéndolo, los dos caminan uno detrás del otro.Se pararon frente a la entrada del ascensor sin comunicarse.Magnolia recibió un WhatsApp de su asistente, describiendo lo sucedido entre Rosalía y Luisa en el hospital, y ella tenía que admitir que Rosalía era una mujer que podía pagar a cualquier precio para conseguir su objetivo.Se aprovechó de la lesión hecha por la señora Vargas, ganando simpatías del presidente.Magnolia frunció el ceño, Rosalía se estaba volviendo mucho más lista ahora y seguía apoyando al PresidenteLuisa no era su rival en este momento.Magnolia colgó su teléfono y se dio cuenta de que el hombre se había estado mirándola, cuando su mirada se dirigió hacia él, él apartó rápidamente los ojos.Magnolia hizo una pausa y dijo, —Rosalía puede estar con el Presidente porque quiere ahijar a Fernando a la familia Castillo y cambiar su apellido a Castillo. ¿Qué piensas hacer?—¿Qué esperas que haga yo?Frente a su mirada, Magnolia frunc
Magnolia vio que se puso serio Ricardo cuando terminó de hablar.Se cayó la abuela Vargas por las escaleras ese año, todos pensaban que su compañera estaba celosa de su estatus y lo hizo a propósito.Pero ahora que había recuperado la memoria, siempre había tenido la sensación de que entonces las cosas no iban del todo bien.Creía que el verdadero asesino seguía oculto.Los labios de Ricardo se fruncieron con frialdad, —¿Quién es el asesino?—¿También adivinaste que Olivia no era la asesina?Magnolia pensaba que todos creían que Olivia era la asesina, sin darse cuenta de que Ricardo también lo sospechaba.El hombre dijo con voz grave, —Había demasiadas cosas sospechosas al principio, la asesina fue capturada tan de repente que no parecía haber resquicios todavía, pero la abuela había estado en coma, y tú estabas escondida por tu hermano en ese momento, y Olivia se volvió loca dentro de la prisión después, así que no había forma de preguntar nada de la verdad.—¿Olivia está loca?Magnol
Pero al final le pareció un tatuaje bastante corriente, que era muy popular en los tobillos en aquella época.No vio bien la cara del asesino, solo un tatuaje, que no constituía una prueba directa.Rosalía, ahora que tenía al presidente como respaldo, tampoco lo admitiría fácilmente.Ricardo dijo fríamente, —Enviaré a mi gente para averiguar quién exactamente tenía tatuajes de mariposas en los tobillos en la familia Vargas.Magnolia miró a Ricardo un poco sorprendida, —¿te hace falta investigar?¿No sabía Ricardo que Rosalía tenía un tatuaje en el tobillo?Ricardo contestó con seriedad, —No te preocupes, también sospechaba yo que el asesino era otra persona, así que grabé a todos los invitados que estuvieron presentes en la familia Vargas, así como a los sirvientes. Ahora si quiero investigar, puedo hacerlo en cualquier momento.—Llevas un registro muy detallado, pero no quería decir eso. Han pasado cinco años y ¿ni siquiera te has dado cuenta de que Rosalía tiene un tatuaje en el tobi
Magnolia se preguntó cuál era realmente la actitud de aquel hombre hacia Rosalía.Ahora el mayor apoyo de Rosalía era la identidad de la hija ilegítima del presidente, una vez que esa mujer realmente tenía el poder, no sería fácil tratar con ella.Después de todo, era una mujer desvergonzada.Deshacerse de Rosalía ahora era la mejor opción.Ricardo habló en serio, —pretendo cooperar con el Presidente, pero eso no tiene nada que ver con Rosalía.Magnolia dijo fría, —Cómo que no, ¿no sabes que el Presidente la apoyó para salir de la cárcel de Ciudad Norte?—Lo sé.—¿Y?—Elegí trabajar con el Presidente en primer lugar para quedarme en Ciudad Sur, era la única manera de poder verte.Ricardo miró profundamente a la mujer que tenía delante. —Como tu hermano es tan poderoso en Ciudad Sur, no hay manera de que me quede en Ciudad Sur, tampoco puedo acercarme a ti, si no encuentro un colaborador.Al oír las palabras del hombre, Magnolia dijo orgullosa, —Es verdad, mi hermano debe ser muy bueno,
Magnolia apretó los dientes con rabia, aunque decía la verdad, no podía quedar mal delante de él.Levantó la mirada, —no es asunto tuyo, y además, todas esas mujeres, incluida a Rosalía, ¿son sinceras contigo? Te quieren por tu estatus, ¿no? Cuando eras mi guardaespaldas, ¿esas mujeres te tomaban en serio?—Al menos, les interesa mi cara.—Bueno.El hombre dijo débilmente, —Pero no te interesa.Magnolia se enfadó al ver aparecer al hombre, pero su rostro carecía de la habitual aura presidencial poderosa, y tenía más bien un aspecto lastimero, como un perro abandonado.Ricardo podría vivir bien con su cara.Pero ella lo quería a Ricardo en primer lugar por su cara también.Al fin y al cabo, los guapos eran atractivos.Pero se dio cuenta de que no podía acabar bien si quería a un guapo.Magnolia se dio la vuelta, —los hombres que me persiguen son bastante guapos, entre ellos también hay amigos del círculo del espectáculo de mi sexto primo, uno de ellos es muy guapo.Al oír esto, Ricardo
Ricardo miró a la niña que tenía delante con expresión seria.La niña se asustó un poco, y la anciana que estaba a su lado sonrió y habló, —señor, parece que realmente no sabes cómo engatusar a una niña.Ricardo siempre había estado acostumbrado a ser prepotente, así que cómo iba a engatusar a una chica.El hombre se avergonzó un poco, —Muy poco.La anciana habló, —¿tienes hija?La expresión de Ricardo se suavizó considerablemente al pensar en Aria, —Sí, es muy dulce.Nunca le habían gustado los niños, pero Aria era muy especial para él.Su hija era una angelita más dulce del mundo y el sol de su vida.Cuando la niña con el globo vio la expresión amable de Ricardo, perdió el miedo al instante.La niña miró a Ricardo y le dijo, —eres un adulto, no un niño, ¿también te gusta jugar con globos?Ricardo miró a la niña con tono amable, —A mi hija le encanta la princesa Elsa tanto como a ti, pero hoy quiero comprar este globo para hacer contenta a mi mujer. La he hecho enfadar y no me lo perd