Capítulo 1014
Por fin, podía dejar que estas dos vieran que ya no era la pobre persona que solía ser.

Magnolia se dio la vuelta y vio a Rosalía, sintiendo al instante que el mundo era realmente pequeño, encontrando casualmente un restaurante para comer y encontrándose realmente con estas dos personas, sintiendo al instante que se le quitaban las ganas de comer.

La señora Vargas le dijo con fiereza, —cómo puedes aparecer por aquí, ¿no deberías volver a quedarte dentro de la cárcel?

Rosalía contestó con desdén, —¿No deberías quedarte tú también en Ciudad Norte y no poder irte así como así? Si tú puedes estar aquí, ¿por qué yo no?

¿De verdad creía que ahora era la misma Rosalía humilde?

La señora Vargas resopló fríamente y dijo, —Rosalía, saliendo con un viejo, pero hagas lo que hagas, no podrás ocultar tus despreciables orígenes. Al principio querías casar a mi hijo con ese niño, y te dejé en la familia Vargas. Sin embargo, no es hijo de Ricardo, cómo puedes ser orgullosa aquí.

Cuando la señora Vargas
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