—En realidad, la abuela solo quería que tuvieras un hijo cuanto antes, al fin y al cabo, eres muy mayor. —dijo Magnolia.

—¿Qué?

—Esa no es la cuestión. Si quieres que la abuela se opere pronto, tendrás que esforzarte para tener un hijo. Al fin y al cabo, hay innumerables mujeres ahí fuera esperando para dar a luz a tu hijo. Tienes muchas selecciones.

Ricardo arrugó el entrecejo, —¿Te crees que soy un hombre tan casual?

«¿De qué está hablando?»

—Si no, todavía le espera la señorita Ruiz. Deben casarse pronto para tener hijos.

Ella le miró con una mirada dura.

Cuando Ricardo oyó lo que dijo, se sintió un poco molesto.

Le soltó la mano, —Magnolia, sólo quiero tener hijos con mi esposa legal.

—Así que mañana vamos al Registro Civil a hacer los trámites, y después podrás casarte con la señorita Ruiz.

—Después de todo esto, tienes prisa por tu amante, ¿no?

Ricardo estaba de mal humor y de repente descubrió la pequeña botella en el suelo.

Magnolia se asustó un poco y se agachó ráp