Octubre 2010
La vida de Morgan cambió drásticamente, todo a causa de una reunión en el club de sus padres. Y ella, mientras descansaba en la que fue su habitación de siempre pensaba en lo distinto que era todo ahora.
¡Si! Ese fue el primer cambio, compraron de nuevo la casa de toda la vida y la pusieron a nombre de ella. Su padre nombró pe
Mientras Mark salía de la biblioteca, Christos puso al día a Joe, este ya le daría los detalles a su hijo.—No sé por dónde empezar ¡Carajo! Joe, ella es mi niña, estuve ciego demasiados años.—Casi 31 años ciego. Yo te ayudo porque somos amigos, porque la involucra ella. Pero las cosas que hiciste…q
Ambos se sobresaltaron con la voz de Mark, había llegado a ellos sigilosamente. —Hijo, estaba a punto de llamarte. Quisiera revisar algunas cosas y necesito que te quedes con ella.—Dalo por hecho, ya he terminado de organizar algunas cosas. Hablemos más tarde.<
Tras darle de alta fue directo a su nuevo hogar. Sus padres habían enviado varias maletas con sus pertenencias.Pasaron casi quince días recluidos allí, ni siquiera iba a la empresa de su padre pues aunque se hubiese distraído trabajando, no quería poner en peligro a más inocentes. Una noche tras cenar, Mark decidió abordar
Morgan, Joe y sus padres estaban comiendo cuando Mark llegó, no sabía bien como darles las noticias que traía. Llevaba toda la tarde en la morgue y movilizando a sus hombres a las otras direcciones. El primero en romper el silencio fue Christos Meyer.— ¿Qué pasó?—Fuimos a casa de la madre de Steve.
Morgan miraba con tristeza el ataúd de sus padres, el bastardo había atacado donde era más vulnerable.—Lo siento dulzura.—Lo sé, nada hubiésemos podido hacer Mark. Quizás al final me atrape. Cuando pisó por primera vez aquel lugar lo supo, Montana iba a ser perfecto para dejar atrás su pasado y a Steve. El costo había sido altísimo, no podía arriesgar la vida de nadie más.El pueblo era como sacado de uno de sus libros de romance, las calles rebosaban de gente, pero no era la ciudad lo que buscaba. Mark adquirió un pequeño terreno situado junto a un rancho de cría de caballos purasangre, ambas propiedades estaban a casi tres horas del centro de Montana, y eran de las pocas en la zona.13
Samantha/Morgan se vistió en tiempo record considerando la forma en que le temblaban las manos. Salió por el pasillo y al pasar junto a la biblioteca escuchó los gritos de los hermanos. Tenía que salir antes que ellos.En la casa, las cosas estaban tornándose violentas.— ¿Qué hiciste qué?
Andrew miraba por la ventana de la habitación mientras Samantha/Morgan ayudada por la enfermera, estaba en el baño. Los pasados ocho días habían sido una montaña rusa emocional para ambos. Ella pasó de tenerle terror absoluto a medio aguantarlo, cosa realmente buena.No era en absoluto lo ideal, pero era un avance… ¿verdad? Mientras esperaba por ella para acompañarla a la cama—al inicio las enfermeras se opusieron pero con el paso de los días tanto él como Justin, la cargaban de la cama al