La salida fue esa misma tarde, a pesar de que la enviaban a casa debía mantener cierto grado de reposo. Andrew la puso sobre la cama, dejó a su alcancé el teléfono en caso de emergencia y se marchó. Justin se quedó con ella. Mientras ella dormitaba, él se quedó analizando todo.
Su hermano la amaba profundamente, algo extraño considerando el poco tiempo que tenían de conocerse. No es que eso no fuese posible pero se mantendría alerta. La quería y la defendería incluso del mismo Andrew.
Cuando vio que estacionaba el vehículo frente al hospital, intentó persuadirlo para que no lo hiciera.—No discutas, son tres horas de viaje a tu casa, necesito asegurarme de que estas bien.Tras una infinidad de exámenes fue declarada con una leve conmoción y dada de alta, solo le pidieron que la mantuviese despierta durante algunas veces en la
Mientras que aquella conversación se desarrollaba en el rancho de Andrew y Justin, Morgan pensaba que tenía que lograr calmarse, no podía negar que Andrew le había dado el orgasmo más increíble de su vida y eso que solo había usado dos dedos.Desde aquel encuentro horas antes, no dejaba de pensar lo que sería hacer el amor con él, tenerle dentro...Andrew estaba decidido a que compartieran un futuro pero a veces le causaba temor el lado violento que poseía.
La calma duró poco, después de que ellos se marcharan decidió ordenar algunas cosas, recuerdos de infancia que guardaba en una caja. Estaba terminando de acomodar algunas cosas cuando sonó el teléfono. Por costumbre y miedo, nunca contestaba. Aprovechaba que Joe le había dado una contestadora que incluía un dispositivo para grabar y rastrear las llamadas entrantes, así se evitaba situaciones desagradables.Mientras escuchaba el mensaje una sensación de frio intenso se apoderó de su cuerpo.
Andrew apresuró el paso, tenía que regresar pronto con Morgan. Lo encontró en el pasillo, a pesar de haberle pedido que fuese a la cocina. De veras que Pat afectaba al médico más de lo que parecía.—Gracias doc. por venir tan rápido. Si hubiese visto a Morgan al llegar…— ¿Morgan? No comprendo… pens
Mientras desayunaban, los hermanos la miraban como si pensaran que iba a desaparecer, y entonces la realidad de lo que les rodeaba rompió su burbuja de amor. El imbécil que la quería muerta seguía ahí fuera.—Morgan, cariño. Hoy te enseñaré a disparar. —Dijo Andrew—— ¿Por qué?
Ella miró a Andrew, a Justin y a los dos caballos.—No podemos irnos todos.— ¿No estarás pensando en que te deje detrás?—Sé
Morgan pasó junto a él, ignorándolo totalmente. Cuando trató de agarrarla ella solo se sacudió y siguió avanzando. Así que—esperando que no se molestara más—simplemente la tomó en brazos y la puso dentro del coche.—No es tu culpa.—Nadie de aquí envenenó tu ganado, a tod
Hospital¿Quién sería el idiota que dijo que las personas que están en coma no se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor? Morgan se preguntaba eso al tiempo que escuchaba un molesto sonido el cual probablemente pertenecía a la máquina que