–James ¿Por qué disfrutas de torturarme de este modo?

–Porque tus dulces gemidos son tan maravillosos, y me ponen muy mal – tocando con completa depravación a la joven

–¿Por qué? –James se gira, la besa en los labios, la hace que quede boca abajo y se acomoda sobre ella– Eh…¿Qué vas a hacerme? –sonrojada

–Sólo…imagina que lo estamos haciendo –empezando a menear sus caderas de modo sugerente, haciendo que Danielle esconda su carita en la almohada– ya te dije que no me gusta que te reprimas…sí lo haces te tendré que castigar –besando el cuello de Danielle

–Eh…¿co…cómo me vas a castigar? Ahhhhh, Ahhhhhh ¡James eres malo conmigo! Ahhhhh, Ahhhhh más, más James –sintiendo como el mayor roza su intimidad, pero no la penetra– se siente tan malditamente bien James…

–Esa es la idea que lo disfrutes moya lyubov’ la idea es que el deseo te embarga…no te deje respirar ni mucho menos dormir –toma a la chica de la cadera y la eleva un poco– y yo…necesito hacerte esto antes de que enloquezca –tomando