El ambiente estaba en silencio, más no tranquilo. Un torbellino en llamas irrumpe en la habitación sin ningún reparo. El torbellino castaño estaba ardiendo de la furia y ¿Quién lo iba a culpar? Arriesgó su pellejo para salvarla del peligro,mientras que ese niño mimado multimillonario hacía ¿qué? ¿Estando en una de esas salas para ricachones haciendo que los demás laman sus botas?Los encontró en una sala frente a frente con las manos entrelazadas por encima de la larga y gruesa mesa. Por dentro sonrió pese a como se sentía, ya tenía en mente un buen uso a esa mesa. Imaginó golpeando la cabeza de Evan Jones contra ella y una satisfacción increíble recorrió su espina dorsal.Sin siquiera darle tiempo a levantarse, lo agarró del cuello aprovechando la diferencia de estatura y lo lanzó contra la pared más cercana. El chillido de Abbey no fue suficiente para que él se detuviera, no, de ningún modo, ese bastardo se ganó todo lo que estaba por recibir.—¿Porqué jodidos la dejaste bajo la
—¡Por Dios! ¡Llevamos ensayando horas! ¿Porqué no te lo tomas enserio y haces bien los pasos?—¡Me lo estoy tomando enserio!—Evan ladró—. ¡No estoy en el suelo por gusto!Maldiciendo a ese bailarín de feria, se levantó por milésima vez cuando Alastor puso la música y trató de seguir el ritmo, contar los pasos, acordarse de la coreografía, mantener la postura y justo al hacer una vuelta...Bum, directo para el suelo.Su cabeza sonó tan fuerte que tuvo que agarrarsela por el dolor. —¡Tú, niño rico!—Alastor perdió la paciencia, con la cara distorsionada por la irritación —. Tienes excelentes reflejos, incluso al pelear, entonces ¡¿Porqué no puedes bailar?! ¡¿Qué es eso?! —¡¿Con quién crees que estas hablando?!—Evan saltó para encarar a ese bastardo, sin modales. Lo apuntó con el dedo—. ¡No puedo evitarlo! ¡Nunca antes había bailado!—¡Ah! ¡Mierda!—El castaño suspiró mientras se pasaba las manos por el cabello—. Tengo más trabajo del que creí—Se cruzó de brazos—. Entonces voy a enseñarte
Salió del estudio con rumbo a la parte trasera, en donde había una pequeña heladería. Todos la miraban raro pero no le importaba. Sólo quería llegar tan rápido como fuera posible junto a Evan y entregarle un helado. De su sabor favorito, obviamente, estaba segura de que su azúcar estaba por los suelos, porque hoy no lo vió comiendo nada dulce.Tarareando feliz y comiendo su propio helado, se detuvo abruptamente al ver a Evan poniendo todo de su parte en el estudio de danza. La puerta estaba abierta, por lo que podía escuchar el retumbar de la música, el chirrido de sus zapatos deportivos en el piso especial para baile y a Evan dando hasta su alma allí. Sin pensarlo dos veces corrió hasta él. Mal, mal hecho.Evan giró en ese momento, en un paso de coreografía sin fijarse que alguien más estaba en su pista de baile. Vió de refilón que una cabellera blanca se desordenaba a la par que él también caía con ese cuerpo extraño.Giró su cuerpo, la asió de la cadera y esperó pacientemente a qu
3...2...1...—¡Bienvenidos a un nuevo concierto de Alastor Clamor!Alastor esperaba escuchar los famosos vítores, aplausos, gritos y hasta incluso llantos de emoción de las fans mientras sus celulares alumbraban el lugar, ya sea por linternas, flashes de fotos o vídeos. Luego procedería con el parloteo breve, conqueteo con alguna que otra chica, preguntarle su canción favorita y empezar con ella.Todo en su imaginación estaba correcto, era solo un concierto más, la única rutina que amaba en su vida. Todo se desmoronó en su interior al abrir los ojos y encontrarse con los cientos de espectadores mirándolo con desaprobación, otros con el ceño fruncido y algunos más con desinterés. La impresión fue tanta que se quedó inmóvil, con la sonrisa congelada en su lugar. ¿Qué estaba pasando?—¿¡Cuál es el problema!?—El regordete representante de Alastor, se ajustó las gafas mientras corría hacia uno de los miembros de producción—. ¡¿Qué se supone que está sucediendo?!—¡Señor!—Un ayudante de
Abbey no supo en qué momento exactamente sus piernas, no, su cuerpo entero, comenzó a moverse.—¡Evan!—¡Amateur!Alastor avanzó dos pasos, pero ya fue tarde. Evan y Abbey fueron tragados por la tela que cayó encima de ellos. Hubo un silencio tenso, los fans no se atrevieron a siquiera mover un dedo y Alastor menos. Cuando vió movimiento debajo de la tela enorme, soltó la respiración que no sabía que estaba conteniendo y fue a ayudar.Evan abrió los ojos y sintió un peso en su pecho. El peso se movió y fue recién que pudo ver cuando la luz apareció frente a él. Era abbey quien lo había salvado de ese espantoso reflector. —Hmmm—Abbey movió de un lado a otro la cabeza, haciendo que la tela cayese a un lado—. ¿Evan estas bien?—Eres tú la que me ha salvado el pellejo y ¿te preocupas por mi? Tonta—Evan se sentó con Abbey todavía en su regazo. Le regaló un tierno beso en la mejilla. Alastor retrocedió medio paso al ser testigo de la escena—. Bastardo astuto—murmuró. Evan siguió besando
Su mente hizo cortocircuito al escuchar semejante pregunta. ¿Cuál es su sueño de vida? ¿Qué meta era la más importante hasta ahora? Nada le venía a la cabeza hasta que una imagen se hizo nítida en su retina. —Mi meta es—hipo—. prepararme mucho—hipo—. ser una mujer capaz—hipo—. e ir al altar con la persona que más amo.Decir que Abbey hizo combustión espontánea no sería raro. Su color se volvió de un tono carmesí al darse cuenta de semejante cosa que dijo en el micrófono. Hubo un shock generalizado, hasta Evan se sorprendió de lo que acababa de decir.Las personas empezaron a hacer más preguntas pero Evan no pudo escuchar ya que lo que dijo Alastor llamó más su atención.—Que desperdicio—sonrió con amargura. Sin embargo pelinegro no lo supo identificar—. Incluso la luz de miles de espectadores, creando la ilusión de un cielo no pudieron alcanzarla ¿Eh?—suspiró—Su corazón solo tiene espacio para ti. Sabes. Antes de que Evan pudiera hacerle cualquier comentario, dió media vuelta y sigu
—¡Paciente de urgencia! ¡Abran paso!Los enfermeros gritaban a todo pulmón mientras corrían con Abbey en la camilla. Él sin embargo sólo sujetaba su mano con fuerza y dándole ánimos desde bastante cerca. No podía mirar más abajo de su cuello, sabía que si lo hacía entraría en shock por la espantosa herida en su abdomen.—¡Erick! ¡Está perdiendo mucha sangre!—Lo sé, lo sé, ya casi llegamos a quirófano.Erick quién era el enfermero líder de guardia, no podía perder la compostura, no con una paciente así de delicada.Era brevemente consciente de que Stephen estaba siguiéndolos, pero, nada le importaba más que la vida de su prometida.—Debe quedarse aquí. Ya no es abierto al público a partir de este lugar.—¿Qué? ¡No! ¡Es mi novia! ¡Debo ir con ella!Casi tacleó al enfermero para poder ir detrás de los que llevaban la camilla si no fuese por su fiel mayordomo.—¡Amo! ¡No podrán salvar a la señorita Abbey si usted no colabora!Se dejó caer de rodillas como un peso muerto en medio del deso
Estaban los dos viendo la televisión, abrazados, con caricias de aquí para allá. Por algún motivo, Evan no dejaba de acariciar su piel y Abbey no se iba a quejar de ello.En un momento dado, sus caricias dejaron de ser tiernos para pasar a ser más "serios" hacia algún lugar en particular.La besó varias veces y cuando Abbey pensó que Evan iría más lejos, él se detuvo a centímetros de su rostro. —¿Sabes qué fecha será mañana?Abbey con el cerebro ahumado por la situación anterior, tuvo que pensar mucho para responder.—No tengo idea—se mordió el labio inferior—. ¿Hay algún viaje que pasé de largo?—Mañana es 4 de agosto, nena.—¿Qué?Busco rápidamente su celular y efectivamente, hoy era el 3 de agosto. ¿Así que ya es mañana?—Hoy es la última vez que compartimos la misma edad.Gira el rostro hacia un lado. Le irrita en demasía que le recuerden que ella es mayor. ¡Dios! ¿¡Porqué?!—¿Lo has olvidado?—No, no es eso, solo que...El tirón en su flequillo hace que casi alcance a darle un m