Me encontraba en la discoteca, había salido con las chicas, pues no quería despertar sospechas, ya que ellas aún seguían sin saber nada en concreto sobre Jaume y yo, pues él había convencido a su hermana de que sólo éramos amigos, así que todo parecía estar en calma.
Bailaba sensualmente, al ritmo de una canción de mi tierra, con Carly intentando seguir mis pasos, haciendo que Charlotte riese por lo mal que lo estaba haciendo y que Laia dejase de prestarnos atención, pues siempre solía decir que éramos unas payasas.
EL CISNEBLANCOAlzando Mis Quebradizas Alas.Capítulo 1 – Cambio de planes.Un rayo nos asustó, en aquella lluviosa noche, haciendo que ambos, que estábamos sentados en el sofá, el uno frente al otro, con las piernas entrelazadas las unas con las del otro, mirásemos hacia la ventana, por donde se vislumbraba la espeluznante tormenta.Deberías quedarte – rogó él, intentando convencerme de que ir a aquella reunión de chicas en casa de Carly, no era buena idea en una noche como aquella.Tengo que ir a vestirme – le dije, mientras bajaba las piernas del sofá y sonreía hacia él, con calma, admirando como él me cogía de la mano, para retenerme un poco más.Sólo te dejaré marchar si soy yo el que te lleva allí – rogó,
Capítulo 3 – Una visita inesperada.Charlotte se portó como una verdadera amiga, fue la única que supo estar ahí para mí en un momento como aquel, cuando tanto necesitaba a alguien en quien apoyarme.Apenas me preguntó mucho sobre lo que había pasado, tan sólo me preparó algo de cenar y me ayudó a ducharme, lloré hasta altas horas de la noche, y luego me quedé dormida, mientras mi amiga me arropaba con cariño.Jaume no volvió a casa al día siguiente, aunque me escribió un mensaje desde un número que no conocía y me puse que no me preocupara, que tenía trabajo que hacer.Deberías de venir a casa por unos días – me decía Charlotte, mientras nos tomábamos un té en el porche.Ni siquiera pude contestarle a su insinuación, pues de nuevo el
Capítulo 5 – Ni una sola lágrima más.Llevaba tan sólo unos pocos días en casa de mi amiga, y ya sentía que me ahogaba allí dentro, necesitaba salir, necesitaba saber que era lo que estaba ocurriendo, aún me sentía tan perdida, parecía todo aquello tan irreal. Una parte de mí quería creer en él, quería creer que todo aquello tan sólo era una equivocación, Jaume no podía estar haciéndome aquello.Salí de casa de Charlotte y me encaminé hacia la tienda 24 horas más cercana, ya que con la excusa de que iría a comprar un poco de café había logrado salir de casa. Odiaba aquella situación, mi amiga me controlaba todo el tiempo, y no me dejaba salir de casa, según ella aún estaba demasiado débil como para salir de casa. Pero lo cierto es que yo me
Capítulo 6 – Cuando pierdes a alguien tu corazón ya no siente nada.Llevábamos más de dos horas desempaquetando sus cosas, y ninguno de los dos había mencionado lo que había sucedido en la tienda 24 horas, tan sólo hablábamos de cosas mundanas.Aquel tema que manteníamos en aquel momento era realmente interesante…… y gracias a ti pude hacerlo, me diste fuerzas todos esos meses, y pude abandonar la bebida – aclaraba, provocando que dejase de desenvolver la cafetera y mirase hacia él con una amplia sonrisa en el rostro – no lo habría conseguido sin ti.Para eso están los amigos – le dije, provocando que él agarrase la cafetera de mis manos, posándola sobre la mesa, para luego agarrar mi mano para acercarme un poco más a él. Me acarició el rostro, apartándome algunos cabe
Capítulo 7 – Un buen amigo.No supe como pero mi cerebro desconectó el resto de la noche, parecía que lo que había sucedido era tan irreal, tan insoportable para mi mente, que tan sólo desconecté, sin apenas darme cuenta de lo que sucedía.David me lavó, me dio de cenar y me metió en la cama, sin tan siquiera decir una palabra sobre aquello.Cuando desperté al día siguiente, con tan sólo una sábana sobre mi cuerpo, me asusté bastante, ante la posibilidad de que hubiese pasado algo entre él y yo, aunque no podía recordarlo.¿qué hago aquí? ¿ha pasado algo entre nosotros? – Pregunté al verle aparecer en la habitación con una bandeja que tenía el desayuno sobre ella.Charlotte te ha traído algo de ropa – comenzó él,
Capítulo 8 – Blanco como un cisneCaminaba por la calle junto a David, con aquel hermoso vestido blanco que me había regalado por mi cumpleaños, porque si, aquel día era mi cumpleaños y él había tenido un detalle precioso.Lo cierto era que gracias a los detalles que tenía conmigo, estaba logrando que mi dolor después de la ruptura con Jaume, fuese más llevadero, y apenas me acordase de él.Me detuvo antes de cruzar la calle, y me agarró de la mano tan pronto como hubo pasado el peligro y no había ningún coche cerca, tirando de mí para que le acompañase. Miré hacia su mano, algo confusa, pues no había esperado que me gustase aquella sensación al sentir su mano sobre la mía.Jaume caminaba por la calle de camino hacia su camioneta, pues acababa de repartir una mecedora en su domicilio y ahora se
Capítulo 9 – Recaída.Caminaba de regreso a casa, tras una larga tarde en el bar de Charlotte, últimamente iba a menudo, así es como pasaba las tardes en las que David trabajaba, pues me era imposible quedarme en casa pensando en Jaume después de todo lo que sabía.Mi amiga había insistido en que me llamaría a un taxi, pues yo estaba bastante borracha, pero yo necesitaba caminar, necesitaba sentir la brisa nocturna sobre mi rostro, necesitaba algo que me indicase que aún podía sentir algo más que dolor.Caminé por el parque, que estaba poco iluminado, pero sabía que era el lugar más rápido para llegar a casa, y no quería estar mucho tiempo sola, pues aquello volvería de nuevo a traerme recuerdos en los que no quería pensar.Sucedió entonces, me paré en seco, al escuchar los gritos desesperados d
Capítulo 10 – Un resultado clínico.No había hablado con nadie sobre lo que había pasado entre él y yo, pero no podía quitarme de la cabeza sus besos, y lo que había sucedido entre nosotros, sus palabras decían una cosa y sus labios me decían otra muy distinta. Tras aquella noche en el parque había comprendido algo, él aún me quería, pero no lograba comprender por qué me apartaba de su vida de aquella forma.Había quedado con las chicas para merendar, pero por el momento solo había aparecido Laia, y lo cierto era que no me apetecía demasiado estar en la misma habitación que ella.David me llamó por teléfono en ese justo instante, cosa que agradecí bastante. No quería nada importante tan sólo preguntarme si había ido al médico, pues en los últimos días me