Pasaron varios minutos desde que vi a Donato irse detrás de esa chica castaña, no me importaba nada que se metiera con ella, con tal de yo me encontrara fuera de su radar hasta le buscaba más chicas si quería.
Sentí la mirada de alguien en mí mientras seguía tomando mi limonada, volteé mi cabeza buscando al responsable de aquella mirada, pero no la encontraba, volví a tomar de mi bebida. Aún me encontraba al lado del escenario en una de las esquinas del salón.
Suspiré. Busqué con la mirada a Guido, pero no lo encontraba por ninguna parte, ahora si me estaba arrepintiendo de haber venido, me temía que esto pasara… y… pasó.
Seguía sintiendo esa mirada, pero no encontraba de quien y empezaba a sentirme incómoda por ello.
Tener tanta gente a mi alrededor siempre había sido un problema para mí y ese pequeño detalle ya comenzaba a pasarme factura, más que estaba sola, pero lo prefería mil veces más a tener la absurda y despreciable compañía de Donato.
¡EL PELIGRO ESTÁ EN MODO ON! Ahhhhhh, Celestia está en serios problemas. Este es el 3/3 de la mini maratón, espero lo disfrutaras.
Mis ojos se cristalizaron sin poder creer lo que veían enfrente, las lágrimas bajaron sin piedad por mis mejillas, mi boca abierta de donde salían pequeños jadeos por el cansancio y a la vez por el pequeño trance de shock en el que había entrado. Simplemente no podía creerlo. Era imposible. Esto no podía estarme pasando a mí. -No, no, no – dije para mí en un pequeño hilo de voz mientras agitaba mi cabeza con incredulidad. Frente a mí había una pared. Una estúpida pared. Sí, para mi desgracia, estaba atrapada. Estos hombres habían logrado acorralarme. Me desequilibré y caminé con pasos inseguros hasta una de las paredes en las que mi cuerpo se desvaneció. Seguí soltando pequeños jadeos. -¿Qué pasa presioza principessa? – giré mi rostro hacia ellos – Oww ¿estás llorando piccola? – ahora eran cinco hombres. Cinco. Hombres. De. Negro. ¡CINCO! – No llores lindura, si quieres podemos consolarte – dijo uno de ellos haciéndo
Me removí, salté, pataleé, forcejeé, pero nada. Solo logré que ellos se enojaran aún más. -Ya me estás hartando mocosa, no hagas que me arrepienta de tratarte con la mayor delicadeza posible. -Si quieres golpes gatita, eso es lo que tendrás, te lo advertimos. -¿Pero por qué en vez de advertirle mejor no lo hacemos desde ya? – habló el que me había tomado de las mejillas en el pasillo provocándome dolor – Esta piccola mocosa no merece ninguna consideración de nuestra parte – suspiró con cansancio. Sí claro, como que él fuera el del gran problema aquí. Pedazo de imbécil. -Ah no, la mercancía no se daña Bred – con que ese era su nombre… Bred, idiota desgraciado, era el que deseaba tratarme como b****a, tratarme como él debería ser tratado – La mercancía se disfruta y se trata con delicadeza, al menos yo no quiero moretones en la mercancía ¿queda claro? – se dirigió a ellos el tal jefe – o si no los que quedaran con moretones serán usted
Matteo POV: Horas antes… El salón de baile estaba de lo más genial. Los chicos y yo habíamos llegado media hora antes de que empezara para ayudarles a nuestras amigas a revisar que todo estuviera en orden y como debía estar. La decoración, la música, la comida, todo se veía fantástico. Se notaba que la organización realmente había quedado en manos de las chicas. -Ustedes sí que saben cómo organizar una excelente fiesta – alagó Fede. -Lo sé nene, lo sé – respondió Krissy con una sonrisa arrogante y satisfecha. Ella y todas las chicas lucían hermosas y perfectas en sus maravillosos vestidos de gala. Todos reímos por la ocurrencia de Bathory. -No te me vuelvas Edna Moda – bromeé. -No me estoy volviendo como ella, yo ya soy como ella – siguió presumiendo, haciéndonos reír de nuevo. -Grazie por haber venido antes de la hora ch
Permanecimos con la atención en Celestia y Guido mientras ellos seguían en su animada charla, cosa que a ninguno de nosotros nos gustaba, pero nos podíamos hacer nada en estos momentos. Al poco tiempo se fueron a sentar a la mesa, ninguno de los villanitos aparte de él y Flavio estaban en la mesa. Los chicos y yo habíamos logrado ver las intenciones de Guido con Celestia desde hacía ya un tiempo. Podíamos notar que andaba detrás suyo. La trataba de una forma dulce y su mirada se volvía suave y tierna cuando la tenía enfrente, pero no podíamos esperar intenciones de las buenas cuando se tratan de estos mastodontes sin cerebro, y quizás, sin sentimientos. Así pasaron los minutos y el evento dio inicio. Krissy y Michael dieron la bienvenida e inauguraron la fiesta. Se había creado un alboroto total en el salón, alboroto del que nosotros también fuimos participes, por supuesto. No podía ser de otra manera. Celestia también lo había disfrutado. Ella había reído en
Gabriel POV: Había dejado a Lizzie con los chicos y las chicas bailando mientras iba por una bebida para ella y para mí. Estaba por volver cuando alguien se puso en mi camino obstruyendo mis pasos. - ¡GABRIEL, CIAO GUAPO! – Gritó Fiorella frente a mí con una gran sonrisa, se notaba que había estado bebiendo algo más que vino o si era vino se habría tomado más de tres copas para estar algo ebria. -Fiorella ¿has estado bebiendo vino de más? – pregunté con algo de molestia. -Tenía que hacerlo – dijo ella con algo de timidez – No tenía otra forma de tomar valor para acercarme a ti. -Bene, igual es una fiesta, está bien si es lo que quieres – Podíamos tomar el vino que quisiéramos, más no permitieron bebidas puramente alcohólicas ni cervezas por el hecho de ser un establecimiento educativo universitario, pero ahora me daba cuenta de que incluso los universitarios encontraban la forma de embriagars
-Solamente espero que no vaya a provocarle problemas a Celestia – suspiré rendido. -No te preocupes, seguro Celestia debe estar disfrutando y ella se irá a los baños a llorar, se le olvidará mañana cuando ya no tenga ni una gota de alcohol en su sistema – le restó importancia y me sonrió – Se que ustedes se preocupan por ella, es una chica preciosa por dentro y por fuera, se merece algo mejor que Donato y su grupo de mastodontes y de brujas – sonreí divertido – Créeme, los apoyo – apoyó su mano en una de mis hombros para enfatizar sus palabras – Pero no te dejes intimidar por palabras huecas, vacías y dolidas de una chica despechada. Suspiré de nuevo. -Tienes toda la razón – tomé su mano y besé su dorso – Grazie mille amore, eres asombrosa, sabes cómo calmarme y apoyarme en todo – le dije con una sonrisa de tonto enamorado. Ella me correspondió la sonrisa y sentí como mi ser se iluminó y revitalizó en ese instante. Sus brillantes ojos me demostraban
Mássimo POV: Cuando ya tenía ambos aparatos listos para trabajar pude percatarme que los chicos ya habían hecho lo mismo. El Poudtouch nos serviría como un GPS que nos guiaría hasta el celular de Celestia y si por algún motivo el celular estuviera apagado podríamos utilizar alguna de sus otras funciones para detectar a Celestia donde quiera que esté. Una de sus más ingeniosas, serviciales y mejores funciones es que detectaba sonidos fuertes, estruendosos, poco comunes y con una fuerza bastante aceptable que captara desde un kilómetro a la redonda. -Bueno equipo – hablé con determinación con mi rol activado de agente líder de este equipo y de la misión – Estamos listos para comenzar la búsqueda, ya sea que esté cerca o lejos debemos encontrar a la Mariposa Monarca. -Sí signor – dijeron los chicos con seriedad. -Nos separaremos para poder abarcar más lugares así que activen los
Francesco POV: -Atención equipo – habló Franco por el aparato de espionaje – Deberán acercarse al pasillo 5 al salón número 510 en el Laboratorio de Pruebas, hay presencia de ruidos extraños, los agentes, el agente líder y yo entraremos a ver qué sucede, les pedimos que comiencen a proteger el área. -Sí agente Olivare – hablé a través del intercomunicador mientras intercambiaba mirada con Leo. Leonardo y yo habíamos estado al pendiente, revisamos el perímetro del edificio de la facultad, pero no había nada extraño, sin embargo, como los buenos agentes de espionaje y seguridad que debemos ser, activamos la función de Poudtouch para que detectara amenazas u ondas de señales extrañas durante nuestra expedición del territorio. Era algo extraño, pero si estaba pasando algo, nuestra tecnología no lo estaba detectando, al menos dedujimos que estaba todo libre y sin presencias de dudosa procedencia en nuestra área. Pero al es