Emily Berks La posición en la que me encontraba era bastante incomoda, pero no podía moverme por mas que lo hubiera querido, sabia que si lo hacia, el ruido que haría toda la basura que me rodeaba, nos delataría y saldríamos de aquí de manera muy mal, o al menos el peor que yo. No me quiero imaginar lo que le haría Viktor si se entera de que me ayuda a escapar de el. El carro en movimiento me hizo soltar un suspiro tranquilizador, pero aun así no me moví, sabia que debería esperar la señal de que podía levantarme, pero imagino que no la ha dado, porque las calles deben estar repletas de hombres buscándome. Quisiera saber quien fue el soplón que le dio mi ubicación. El auto pasa por un bache que me hace soltar un auch, pero debo aguantarme. El calor es sofocante y ya me duele la espalda por la posición en la que me encuentro desde hace rato ya. —Lista, ya puedes acomodarte— me quito la sabana y siento que ya puedo respirar, por fin la brisa golpea mi rostro y agradezco que me de un
EmilyMe despierto cuando el calor que se filtra a través de la ventana, me pone a sudar. Estoy acostumbrada al aire frío de Chicago o al aire acondicionado, pero Ahora debo acostumbrarme a mi nueva vida, y todo aquello que se me presente.Miro el reloj, pero recuerdo que está descompuesto, me siento en la cama y me estrujo los ojos intentando quitar todo rastro de sueño, me levanto con pereza y arrastro los pies al baño que tengo en la habitación. Es pequeño y tiene un lavamanos que está casi pegado a la puerta, el retrete es pequeño, pero todo es acogedor, lo único que extraño es la tina para relajarme.Me quito la ropa que llevo y me meto en la ducha, pero noto que no hay, solo un tobo con agua que imagino debe estar helada, aunque con este calor, supongo debe ser agradable.Busco un pequeño envase para agarrar el agua y comiendo a echarla desde mi cabello hasta el cuerpo. Se siente el choque del agua con el clima y la temperatura de mi cuerpo, pero solo cierro los ojos y aprovecho
EmilyAl terminar de comer, Jacob me enseña la cabaña en sus alrededores. Me gusta que tiene un huerto donde cosecha sus propios vegetales y frutas, tiene algunos animales a unos metros donde está un pequeño granero con gallinas, de quien recoge los huevos para el desayuno.—nunca me imagine vivir así en algún momento ¿Sabes? Siempre fui de ciudad, pero por mi madre haría lo que sea— veo que comienza a abrirse sobre su vida y solo me quedo en silencio escuchando lo que dice, mientras le doy de comer a las gallinas —Ella era muy Sana, alegre, pero ha pasado por tanto que llegó al estado en el que está.—¿Tan mal esta? ¿Qué tiene?— su cara es de tristeza, pero me da una media sonrisa—primero su hermana, casi fue arrebatada cuando la dieron a alguien para que se casara por obligación— si, parece que está contando la historia de mi vida —era muy unida a ella, pero fue amenazada para que no se acercara mas y como consecuencia, se llevaron a mi hermana menor, eso la terminó de devastar, po
Viktor ¿Cómo es que se puede escapar una persona que apenas vieron, con tantos hombres buscándola? Siento la ira corriendo por mis venas porque simplemente esto es absurdo. —¿Cómo puede ser posible que se les haya escapado?— las manos del hombre que tengo por el cuello me agarran el brazo tratando de aligerar la fuerza que empleo —¿Revisaron todos los autos?— pregunto sabiendo la respuesta y el asiente. —Cabrón déjalo ya— Leandro es el único que cuestiona mis decisiones delante de mis hombres, y es porque ellos tienen claro que es mi hermano, pero el resto, ni se atreve a desafiarme —te aseguro que revisaron todo, sabes como es Emily, sabe escabullirse, tiene años de practica. Suelto al hombre que ya está morado por la falta de oxigeno y los envío a todos a seguir buscándola. Ella debe aparecer, estoy seguro de que si mi padre la encuentra primero, es capaz de matarla y mas sin saber la verdad. —Sabes que si Kira la encuentra, es capaz de matarla, y no de la forma rápida, me hizo
Extra de LeandroVer lo impaciente de Viktor me hizo recordar a aquel momento en donde mataron a mi hermana pequeña y no pude hacer nada, me sentía tan impotente que solo quería acabar con todo aquel que se me atravesara.Esta herida que tengo, no es nada para lo que he pasado antes, pero debo ir al hospital para que me revisen y sacarlo de dudas, además que se que quiere tiempo a solas y buscar con quien pagar sus frustraciones.Ingreso en el hospital con dos guardaespaldas y ellos se encargan de buscar un doctor que me atienda, pero al ver a mi derecha veo a Eunice, una pelirroja con la que tuve una aventura un par de veces. Al verme, abre los ojos como platos y corre hacia mi.—¡Oh mi Dios, ¿Pero que te pasó?— se preocupa aunque cuando me ve y sabe que no estoy herido, busca alejarme de ella.Sabe a que me dedico, cuando por casualidad, me vio montar con pistola a un enemigo al carro, sumó cuentas al ver a los hombres quienes me acompañaban y mas a Viktor que tiene su fama aquí.Se
EmilyEsta semana la he pasado tranquila, de verdad este lugar es perfecto para descansar y no tener nada que te perturbe alrededor. Mi primo Jacob ha sido un amor, me buscó ropa y aunque es de segunda mano y algo usada, agradezco tenerla y no lavar a diario el único par que tenia.Así como me ha ayudado, yo también le he regresado el favor; me levanto muy temprano apenas el llega y le tengo el desayuno preparado, para que apenas coma, se vaya a dormir. Cuido de mi tía que aun no se le ha salido de la cabeza la idea de que soy su hija, por los momentos la he dejado tranquila, porque mi primo me ha dicho que ha mejorado su condición desde que me vio. Incluso la enfermera confirma su teoría.No me han dado síntomas de embarazo, y eso es bueno, estuve leyendo que a algunas mujeres les suele dar vómitos y mareos, pero en mi caso parece que no los presentaré, porque no me han dado ninguno.Me levanto de la cama y voy hasta la cocina porque ya debe estar por llegar mi primo Jake, aun me par
EmilyCuando creemos que tenemos todo controlado, parece que el destino se burlara y te dijera que no es así, que es el quien manda y que debemos hacer las cosas según su favor.Siento que de repente el sudor comienza a correr por mi frente y que la tensión se me ha bajado, que mi corazón es una maquina que late mas rápido de lo que un ser humano puede soportar. Veo al hombre que amo y odio al mismo tiempo que camina hacia nosotros y la ira que se le dibuja en el rostro es como si se quisiera comer a Jacob vivo.Como se que es capaz, hago a un lado a mi primo y soy yo la que se pone frente a el, lo miro pidiendo calma y vuelvo a enfrentar al hombre que viene como un toro hacia nosotros.—Te dije que no tocaras a mi mujer— le apunta en la cabeza sin importarle que yo esté en medio—Yo no soy tu mujer Viktor, y baja esa arma— intento quitársela, pero soy tomada de la cintura y miro con horror a Leandro que me quitó de en medio —¿Qué haces? Suéltame—Es mejor que no te Metas Em.—¡No me
ViktorEl haber conseguido a Emily, ya es un respiro. Mi padre me ha estado tocando las bolas con eso de las amenazas. Faltan algunas semanas para que se vayan los Ivanovish, pero le demostraré a mi padre que no haré lo que dice, y menos teniendo a mi familia.Si me quiere mandar a matar, adelante. Solo que primero le daré guerra.Llegamos a la nueva casa y Emily al ver que me estaciono, frunce el ceño.—¿Y esto?— pregunta cuando me bajo y doy la vuelta para abrir su puerta—Esta será nuestra casa, aquí el bebe crecerá mas seguro.Decir esa palabra en voz alta, hace que mi orgullo se hinche, decir que mi esperma embarazó a mi mujer, y ahora me dará un hijo, hace que quiera gritar como un animal y que todos se enteren, incluso el mismo Henry Berks.—Pues no me quiero bajar— se porta como una niña mimada, parece que aun no me conoce—Sabes que te puedo obligar, tu decides— rueda los ojos y sonrío cuando veo que se baja del auto—Quita esa estúpida sonrisa o te la quito.—¿como?— su cuer