Parte 1...

Cuando se acostó, la cálida cama la reconfortó y se acurrucó abrazando las almohadas bordadas que ella misma había hecho. Antes de que llegara el sueño, lloró desoladamente. No sabía qué hacer ahora.

Intentaba encontrar la manera de empezar a hablar de ello con Luke, pero no veía cómo. Era demasiado duro.

Estaba demasiado triste. Su teléfono móvil sonó varias veces, pero ni siquiera lo cogió para ver quién era. Y temía que fuera él porque aún no sabía qué hacer. Si hablaba ahora podría decir algo de lo que se arrepentiría después.

No supo qué hora era hasta que la despertó el fuerte y constante golpe en la puerta del dormitorio. Se rascó los ojos para poder concentrarse mejor. Fuera ya estaba oscuro y sólo entraba la luz de la luna por la ventana del dormitorio. La voz era la de su hermano.

- Beatrice... Sé que estás ahí... ¿Por qué no lo abres? - Volvió a llamar a la puerta. Beatrice... ¡Abre!

Se levantó lentamente, sin fuerza de voluntad. Se miró en el espejo y su cara es