Parte 1...

Ana

El sol ya estaba bastante fuerte con tonos anaranjados mientras subía los escalones que conducían a la azotea de Matteo. Cuando llegué, el portero me dijo que los ascensores estaban detenidos debido a un mantenimiento programado y que los residentes tendrían que usar la escalera.

Eso no me molestó; estoy acostumbrada a caminar y subir y bajar colinas. Solo me pareció extraño y perdí un poco de mi entusiasmo cuando vi a Patty de pie cerca de la puerta de la azotea. Patty parecía nerviosa e inquieta, sus ojos mostraban una expresión de preocupación. Eso me preocupó.

— Patty, ¿qué está pasando? ¿Por qué estás afuera?

— Oh, Ana, qué bueno que llegaste. Tu cuñada está aquí - habló en voz baja —. Y ella... Bueno, no está de muy buen humor, dig