Zachary no estaba dispuesto a dejarme ir, pero aun así respetó mis deseos. Él hizo todos los arreglos, así que todo lo que tenía que hacer era seguir su plan. ¡Simplemente deseaba que no sucediera nada fuera de lo común y que interrumpiera su plan original!

Me quedé en el hospital hasta las seis de la mañana antes de irme. Me quedé a su lado acompañándolo todo el tiempo. Antes de irme, me dijo: “Querida, te espero aquí”.

“Bien. Regresaré sana y salva”, dije.

En el momento en que me di la vuelta, Zachary me agarró de repente la muñeca con sus dedos. Me voltee y sonreí.

“¿Me extrañarás?”, pregunté.

Zachary parpadeó: “Bésame”.

Era raro que el hombre fuera tan proactivo. Me incliné y presioné mis labios contra los de él rápidamente.

“Justo así”.

Mi oído se apoyó en su corazón y pude escuchar los claros latidos de su corazón. Su fuerte y rítmico latido era mi sonido favorito en el mundo.

Sonreí dulcemente: “Esposito, espera a que vuelva a casa”.

Zachary me soltó mientras sonreía y