Con la personalidad de Zachary, era poco probable que él le respondiera a la pregunta de Martti.

Con unos pocos pasos rápidos, pasé junto a ellos y caminé al frente. Antes de dar una vuelta en el pasillo, de repente me di la vuelta y les hice un gesto con la mano. Cuando moví la mano, se escuchó un tintineo en los brazaletes de mi muñeca.

Con una sonrisa brillante y despreocupada, le dije a Martti: “Martti, nos vemos más tarde en la casa de té Kitty Cat. ¡Te invitaré a tomar!”.

Martti reaccionó como si hubiera recibido un golpe crítico de mi sonrisa. Él refunfuñó: “¿No sabes cómo te ves? No me sonrías así. ¡Tengo miedo de no poder contenerme!”.

Yo tenía una belleza de clase alta, una que le quita el aliento a cualquiera. Zachary dijo una vez que era hermosa. ¡Es por eso que le sonreí así!

Estaba usando mi manera de atraer la atención de Zachary.

Por desgracia, estaba equivocada. La mirada del hombre seguía fría.

Eso estaba bien. Todavía teníamos un largo camino por recorrer.

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