¿Estaba llorando?

Las comisuras de mis ojos estaban húmedas cuando las limpié.

Sonreí neciamente: “No sé por qué estoy llorando. Quizás sucedieron demasiadas cosas deprimentes en los últimos días”.

Zachary se daría cuenta fácilmente si mentía. Escondí mi pánico y gemí: “Solo quería amar, pero el camino es tan espinoso. Incluso tu madre…”.

Zachary vestía un suéter fino de color blanco y su flequillo estaba un poco desordenado. Su mirada profunda revelaba su preocupación.

Cuando escuchó mis suspiros, cayó en un largo silencio.

Él me dijo: “Ella me adoptó cuando era un bebé. Ella me dio la oportunidad de vivir. Por eso la respetaba a ella, siempre que ella me respetara a mí primero. Le di una oportunidad, pero si ella todavía insiste obstinadamente en salirse con la suya, no la detendré”.

Pregunté a Zachary: “¿Podrías soportarlo si ella comete suicidio?”.

Zachary no respondió.

“Ella es tu madre, pero insiste en amenazarte de muerte. Tu corazón… Zachary, en realidad, tu corazón e