Simplemente quería que él fuera feliz. Después de todo, la vida de Lucas siempre había sido triste.

"Señorita, gracias por sus amables deseos".

Lucas apartó la mirada del mar rugiente. Desplazó su mirada hacia mí.

Me miró dulcemente, y parecía ligeramente frío bajo la suave luz de la luna que lo iluminaba.

Me miró durante mucho tiempo antes de decir finalmente: "No es como si tuviera que dejarte en paz. Siento que es mejor si me alejo de tí. Después de todo, tú tienes tu propia vida y yo tengo la mía. Es suficiente siempre y cuando sepa que eres feliz. Solo quiero sentirme tranquilo, es lo que más deseo. Señorita, por favor, volvamos al estado en el que simplemente éramos desconocidos".

Si volviéramos a cuando éramos extraños, no nos preocuparíamos el uno por el otro incluso si nos volvieramos a ver. ¡Ya ni siquiera podríamos cuidarnos el uno al otro como una familia!

Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando dije: "Te lo prometo".

“Señorita, a partir de ahora, tienes que hacer ju