Los dos niños tenían dos niñeras que los cuidaban. A pesar de ello, las niñeras eran nuevas para ellos.

No estaban familiarizados con ellas, así que yo los convencí para que se durmieran antes de dejar que las niñeras se ocuparan de ellos.

Cuidar de los niños era una tarea agotadora. Bajé las escaleras sintiéndome cansada. Entonces, vi a Joshua jugando a algunos juegos en la sala en la enorme pantalla de televisión. Joshua jugaba a algunos juegos viejos a los que yo jugaba cuando era más joven.

Me acerqué y me senté a su lado. "Conozco este juego. Clifford siempre lo jugaba conmigo cuando éramos jóvenes, pero nunca me ganó".

Joshua no podía creerlo. "Tch. ¿Tan buena eres?".

"Déjame jugar para volver a familiarizarme. Luego, ¡te desafiaré a un mano a mano!".

Veinte minutos después, Joshua se quejó: "¿Qué sentido tiene esto? ¿Por qué siempre pierdo?".

"¡Ya dije que soy buena en esto!".

"Bel no me deja ganar ni una vez", refunfuñó Joshua.

Era adorable cuando se quejaba.

Joshua