Zachary sonrió, pero no dijo nada. El coche navegaba por las calles costeras que eran serpenteantes. Incliné mi cabeza mientras admiraba los hermosos paisajes afuera.

De repente me sentí más tranquila, contenta y relajada que nunca. Sabía que era porque él estaba a mi lado. Me alegré de que se ofreciera a organizar la visita de los niños.

Zachary luego me dejó en la puerta de la villa. Cuando bajé del coche, lo vi inmóvil. Luego le pregunté: "¿Todavía tienes trabajo por hacer?".

"Tendré algo que atender por un tiempo", dijo.

"¿Volverás a tiempo para cenar?".

El hombre respondió con un suave murmullo y luego se alejó.

Entré en la villa mientras todavía usaba los tacones altos que Zachary me había regalado. Pastor Uno y Pastor Dos fueron los primeros en notar mi llegada. Se acercaron rápidamente y me rodearon.

Sus acciones alertaron a Martti, quien estaba en cuclillas frente a la puerta. Él fumaba un cigarrillo mientras me esperaba.

Él dijo: "Soy solo yo por ahora. Yara y Eason l