El tono de Sandy sonaba bastante arrogante.

Bueno, ella podía compartir todo lo que quisiera, pero no era apropiado que lo compartiera con nosotros en un entorno así.

Después de todo, ella seguía siendo una extraña para nosotros. No había necesidad de que hablara demasiado. A pesar de eso, ¡ella habló sobre eso!

Lance permaneció en silencio. Le pasé el libro que tenía en la mano con indiferencia. A sabiendas, él le dio la vuelta al libro y fingió que la sala de estar era toda suya.

Le dije a esa mujer: "Solo somos desconocidos. No es necesario que comparta esto con nosotros. Sin embargo, dado que lo mencionó, debo felicitar a la señora Zich por las buenas noticias".

Al escuchar eso, el rostro de Sandy se puso pálido.

Actuó como una persona infantil y argumentó: “Mi hermano y yo siempre hemos mantenido en marcha el negocio de la familia Judd. Dedicamos mucho esfuerzo al negocio durante todos estos años, pero mi abuelo de repente decidió entregárselo. Solo nos asignó una pequeña pa