Después de todo lo que dije, Emmi solo hizo una pregunta simple.

"¿Entonces estás tratando de decirme que lo atesore?".

"Sí. Vale la pena atesorar a Leo".

Emmi de repente miró hacia afuera. Ella parecía haber recordado algo y su expresión se suavizó de repente mientras decía: "Le he dicho que se vaya, pero él se queda de buena gana a mi lado. No importa cuánto trate de ahuyentarlo, él no me dejaría".

Leo la amaba. ¿Por qué la dejaría?

Una vez él mencionó que la persona que amaba era de origen noble. Pude sentir su tristeza cuando pronunció esas palabras, incluida la aparente mansedumbre en su corazón.

"Se queda porque te ama".

Seguí la mirada de ella y miré por la ventana. Leo seguía fumando.

Suspiré. “Él no es solo un guardaespaldas. No sé cuándo entenderás esto, pero no estoy tratando de sermonearte. No tengo ninguna intención de hacerlo. Solo espero que puedas encontrar la felicidad con él. Espero que seas feliz".

Emmi se sorprendió y preguntó: "¿Esperas que pueda encontrar